Me gusta recordar de vez en cuando cómo, frente al pretendido y reiterado empeño de enfrentar ciencia y fe, casi todos los grandes científicos que han hecho avanzar significativamente a la ciencia han sido creyentes.
En efecto, Copérnico era sacerdote católico; Galileo era profundamente católico (y ambos establecieron que la Tierra gira alrededor del Sol, un avance del conocimiento científico decisivo); Newton era cristiano protestante; Max Planck (física cuántica) era creyente, Premio Nobel de Física en 1918. Encuentro estas palabras suyas: «Como hombre que ha dedicado toda su vida a la ciencia más descarnada, al estudio de la materia, puedo deciros como resultado de mis investigaciones sobre los átomos lo siguiente: ¡No existe la materia como tal! Toda la materia se origina y existe sólo en virtud de una fuerza que hace vibrar las partículas de un átomo y mantiene…
Autor: Miguel Ángel Irigaray Soto
Impresionantes evidencias de la presencia de Dios en el vino y el pan
Desde hace muchos años han ocurrido manifestaciones de Dios en el momento de la eucaristía. Se han desencadenado una serie de fenómenos, en diversos países de todo el mundo que…
Informe anual Planned Parenthood USA 2020, indica que asesinó a 383.000 bebés en abortos
Lo llamemos como lo llamemos es un asesinato, un asesinato del que luego se aprovecha todo, sangre, vísceras etc. para diversas industrias. No, nos podemos quejar los humanos del siglo…
7 pasos para una parroquia: de tener «consumidores de sacramentos» a multiplicar los discípulos
«Id y bautizad y haced discípulos», pedía Jesús. Las parroquias, bautizar, bautizan. Bautizan a cualquier bebé que les lleven. Pero ¿hacen discípulos? Un discípulo es alguien que tiene una relación…