Autor: Javier Lozano
Este lunes 13 de junio se cumplen 10 años de la muerte de Chiara Corbella, la joven italiana que murió con 28 años y que ahora es una sierva de Dios universal, con cuya vida y ejemplo ha ayudado en estos años a miles de personas en todo el mundo.
Su causa de beatificación sigue adelante. Chiara murió debido a un cáncer que avanzó ante su negativa a tratarse hasta que no diera a luz a su hijo. Era consciente a lo que se exponía, pero puso la vida de su pequeño Francesco por delante de la suya. Su confianza en Dios estaba por encima de todo, con una profunda fe compartida con su esposo Enrico ya probada al crisol tras la muerte anteriormente de sus dos primeros hijos, que fallecieron media hora después del parto. En ambos casos les habían detectado graves malformaciones y enfermedades congénitas, pero nunca se plantearon abortar.
«Voy al cielo a cuidar a María y a Davide; tú, quédate…