Muchas ONG gastan más del 80% de sus ingresos en actividades que no están acordes con la Fe católica, como el aborto, la eutanasia, y otros.
Antes de entrar en materia, debemos entender qué es una ONG. En una Organización No Gubernamental se agrupan todas las entidades que cumplen estos tres escenarios: Efectúan fines sociales y humanitarias, trabajan sin fines de lucro y son independientes de la administración pública.
Las ONG cumplen una importante función social como defensores de causas sociales, humanitarias y medioambientales. A veces, realizan su función en condiciones extremadamente difíciles, como cuando tienen que acudir a países en guerra o donde las condiciones de vida son muy duras.
La principal vía de financiación de una ONG es la solidaridad de la gente. Para llevar a cabo su labor las ONG necesitan dinero, para conseguirlo, apelan a la colaboración ciudadana, tanto con socios que hacen aportes monetarios periódicamente, como con campañas puntales de donación.
Muchas de estas ONG gastan más del 80% de los ingresos en actividades que no están acordes el espíritu que debe tener un católico. Un ejemplo de ello es Amnistía Internacional, organización que promueve el aborto, con un fanatismo extremo, por lo cual, ha perdido la mitad de sus voluntarios en tan solo cuatro años.
Amnistía Internacional (AI) fue fundada en 1961 por el inglés Peter Benenson, descendiente de una familia judía rusa, había sido ateo, en 1958 se cambió al catolicismo. Posteriormente, tres años después fundó esta agrupación para auxiliar a encarcelados y torturados en prisiones sin garantías. Persistió en su fe hasta morir en 2005.
Luego, un año después de su muerte, las delegaciones de Amnistía Internacional en Canadá, Inglaterra y Nueva Zelanda manejaron la asociación para que empezase a convertirse en un lobby a favor del aborto. En 2007 la agrupación decidió promover la despenalización de esta práctica.
Amnistía Internacional, ha resuelto que el aborto inducido no es ya una desgracia que no es un delito en ciertos casos: que más bien es un derecho. Es decir, afirman que el aborto es un «derecho de todas las mujeres, las niñas y las personas que puedan quedarse embarazadas». La frase, «personas que puedan quedarse embarazadas» se refiere a los transgéneros, intersexuales, no binarios y otras composiciones de la ideología de género, que Amnistía Internacional ya asume plenamente.
La asociación, que antes de su vuelco abortista contaba con bastantes voluntarios cristianos, ha perdido muchísimos colaboradores. El número de voluntarios de Amnistía Internacional ha descendido continuamente a 2.889 en el 2015 comparados con los 4.455 en 2013 y 7.722 en 2011.
En un comunicado de Amnistía Internacional de fecha 9 de julio de 2018, se mezcla el tema de las drogas y el aborto, en el propone abordar las destructoras secuelas que para los derechos humanos que, de acuerdo con ellos, tienen el hecho de penalizar, restringir el aborto y sancionar a personas por consumir drogas.
Esta postura es reafirmada por su director de Política, Tawand Mutasah, abogado natural de Zimbabue que ha trabajado varios años para la fundación abortista y antifamilia Open Family, del millonario George Soros, así como para Oxfam en Gran Bretaña (funestamente famosa por los abusos de sus colaboradores a niñas pobres de Haití).
Este señor comenta: “Queremos asegurarnos de que estamos bien situados para luchar por los derechos humanos de millones de personas cuyas vidas se ven afectadas por la manera en que los gobiernos penalizan o restringen el acceso al aborto y por la prohibición de las drogas»,
Amnistía, notifica que sus representantes actualmente piden a los Estados, sobre el aborto, “que no se limiten a despenalizarlo, sino que garanticen el acceso a un aborto seguro y legal de una manera amplia que respete plenamente el derecho de todas las mujeres, las niñas y las personas que puedan quedarse embarazadas».
Hace tiempo, diversos prelados que formaron parte de la organización la dejaron y solicitaron que ningún católico participe ni colabore con ella. Cuando Canadá comenzó a llevar la asociación hacia la orientación abortista, el obispo católico de Calgary (Canadá), Frederick Henry, declaró: «yo, al menos, dejaré de apoyar económicamente a Amnistía Internacional».
Igualmente, el arzobispo católico de Vancouver, Raymond Roussin, expresó su desilusión: «Una ironía trágica, una organización mundial que hacía tan buen trabajo por la solidaridad y ayudando a los individuos y comunidades bajo ataque, ahora va contra las víctimas más inocentes e indefensas del mundo, los niños por nacer».
A pesar de haber perdido en cuatro años 4.800 voluntarios de los 7.700 que tenía en 2011, no se cree que Amnistía vaya a cambiar: hoy se financia apoyando la cultura del descarte y potenciándola en países hispanos y africanos.
Para finalizar, es necesario evaluar bien a qué Organización No Gubernamental vamos apoyar, teniendo siempre presente nuestros principios católicos y cristianos.
Existen muchas otras ONG donde las personas ofrecen sus aportes en dinero seducidos o conmovidos por los anuncios en televisión, prensa y radio de niños desnutridos, enfermos y que llegan al corazón. Esta situación los lleva a desear contribuir a equilibrar la situación existente para compensar las desigualdades y por ende a apoyar proyectos de diferentes organizaciones no gubernamentales(ONG). Todo esto está muy bien y es loable, pero algunas de ellas no son transparentes en sus gestiones y su verdadero lema es: “Hacer negocio con los pobres”, los ricos se están haciendo más ricos y los pobres más pobres.
Algunas ONG se involucran en caso de desvíos de los fondos de las contribuciones, como es el caso del fundador de Greenpeace David Mc Taggart quien cuando falleció tenía más de 20 millones de dólares en unas cuentas secretas en Suiza, de acuerdo a revelaciones de miembros directivos de la organización.
Por otra parte, muchas ONG gay se arrojan contra la Iglesia católica, apostólica y romana, y otras asociaciones religiosas, supuestamente por con sus discursos contra la comunidad lésbico, gay, bisexual y transexual. Ya que la Iglesia ha manifestado su rechazo contra el matrimonio igualitario.
Por todas estas razones, debemos hacer toda una investigación previa antes de comprometernos fielmente a colaborar con alguna organización. De esta manera, nos aseguraremos de que nuestro aporte llegue a las manos correctas.