Siendo un matrimonio aún muy joven, Nacho y Paula han tenido que sufrir mucho. A pesar de su dolor, en esos años han podido comprobar de manera formidable, cómo la Virgen María les acompañó en todos esos momentos duros. ¡Descúbre esta impactante historia leyendo este artículo!
Esta pareja se presentó el 10 de diciembre pasado durante la Vigilia Asalto al Cielo. Esta es organizada por el padre Álvaro Cárdenas en su parroquia de Colmenar de Arroyo (Madrid). Durante este encuentro explicaron que, cuando tenían dos hijas todavía muy pequeñas, Paula se quedó embarazada. A los pocos meses empezó a encontrarse muy mal y finalmente descubrieron que la niña había sido afectada por un virus llamado citomegalovirus, la cual no es muy peligroso.
Sin embargo, en este caso se había alimentado el cerebro de la bebé evitando que su cabeza creciera normalmente. A este sufrimiento, se une los consejos de los médicos que les sugieren abortar pues decían que su hija nacería como un vegetal, incluso llegando a animar a abortar sobrepasando el límite legal para ello. La pareja no se había planteado nunca esta posibilidad y empezaron a rezar y pedir por su cura. Para poder quererla y criarla con todo su corazón, si finalmente nacía enferma. Llegaron a crear una gran cadena de oración a la Virgen María por el bebé en España y también en otros países para pedir un milagro. Una vieja amiga del colegio los llamó y les dijo: “Voy a montar una cadena de oración para rezar las 24 horas por Eugenia –que así se llamaría- para que nazca sanita”.
Y sin pensarlo, las oraciones a la Virgen María sobrepasaron los círculos de amistad llegando de todos los rincones de España. Eugenia, nació con graves problemas de salud, algo que ya era un milagro en sí, pero con una afectación cerebral muy severa. Fue un momento muy duro para el matrimonio. Paula no dejaba de preguntarse “dónde habían ido a parar todos los rosarios y misas de tanta gente”. Se preguntaba “cómo el Señor no nos había concedido el milagro después de toda la gente que habíamos acercado a Dios”. A diferencia de Paula, Nacho estaba totalmente hundido y se había rebelado contra Dios.
Aunque aquí no acababa la historia, pronto se volvieron a quedar embarazados. Fue un momento muy impactante para Paula, que no se atrevía a dar esta noticia a Nacho. Además eran gemelas. Tanto el agotamiento físico como mental era abrumador y a pesar que estaban muy unidos las peleas eran inevitables. “Nacho y yo nos apoyábamos y queríamos mucho, pero en momentos críticos o de tensión que teníamos con Eugenia surgían enfrentamientos porque no enfocábamos las cosas de la misma manera”, contaba Paula.
La Virgen María se apareció en el momento que más le necesitaban
Y fue en tales circunstancias como apareció en su vida la Virgen de Medjugorje. Una amiga de Paula le habló sobre ella y le comentó que en esta aldea bosnia, María había pedido a sus hijos que hablaran menos y rezaran más. Este hecho le ayudó mucho para dejar de exigir a su marido y empezar a orar por su conversión.
Y así lo hizo Paula y los resultados comenzaron a llegar, “como la Virgen es nuestra madre, que no nos niega nada, mi marido hace un año y medio hizo el retiro de Emaús y tuvo una conversión impresionante”. Su matrimonio comenzó a mejorar tomando la decisión de peregrinar a Medjugorje para dar gracias a la Virgen por todas las bendiciones que estaban recibiendo del cielo. “Fue un viaje maravilloso en el que los dos nos llenamos del Amor de Dios a través de nuestra Madre”, afirmaba ella.
“La Virgen María nos puso en el corazón que la asociación que habíamos fundado, no sólo debía ser para ayudar económicamente a las familias, sino para compartir nuestra experiencia de vida, y cómo el rezar juntos, apoyarnos y confiar los dos en el Señor, nos había unido como matrimonio y nos estaba ayudando a afrontar nuestro día a día con mucha más paz y felicidad, a pesar de tener una enfermedad en casa”
La Virgen en Medjugorje le da una misión
Sabiendo lo que tenían que hacer, volvieron de Medjugorje con más de 150 rosarios, las que repartieron entre todas las familias con niños que estaban ayudando, así como sus asociados y colaboradores. Actualmente Nacho y Paula ayudan a otras parejas que tienen grandes dificultades y sufrimientos. “Hoy recibimos en nuestra casa a matrimonios que están pasando por una situación familiar por la que pasamos nosotros, para charlar y que conozcan nuestra familia de primera mano, damos testimonio los dos en la parroquia, en los cursillos prematrimoniales, en las asociaciones que nos invitan, en el retiro de Emaús y donde el Señor nos va pidiendo”.
Ahora, la angustia por la enfermedad de su hija tiene otro sentido. “La cruz de esta enfermedad, que yo la vivo diariamente, es un misterio que humanamente no se entiende, y que uno la rechaza. Pero si le abres de par en par tu corazón y tu vida a Dios y le dices ‘Hágase tu voluntad, aunque duela’. Esa cruz empieza a convertirse en gozo, pues te das cuenta que con tu pequeñez de hombre puedes ayudar a la salvación de las almas. Y además, Dios es tan bueno y tan padre que en el momento que le dices Sí, la cruz acaba llevándola él, porque como habéis visto, te pone millones de ángeles para ayudarte, y te cuida preocupándose de las cosas más pequeñas, como son las materiales”.
Transformación en medio del sufrimiento con la Virgen María
Siendo un matrimonio aún muy joven, Nacho y Paula han tenido que enfrentar grandes adversidades en su vida. A pesar del dolor que han experimentado, han sido testigos asombrosos de cómo la Virgen María los ha acompañado en esos momentos difíciles.
La historia de esta pareja se reveló durante la Vigilia Asalto al Cielo, organizada por el padre Álvaro Cárdenas en la parroquia de Colmenar de Arroyo (Madrid), el pasado 10 de diciembre. Durante este encuentro, Nacho y Paula compartieron su experiencia, que comenzó cuando tenían dos hijas pequeñas y Paula quedó embarazada nuevamente.
A los pocos meses, Paula comenzó a sentirse muy mal y descubrieron que la niña estaba afectada por un virus llamado citomegalovirus, que había afectado su desarrollo cerebral y detenido el crecimiento normal de su cabeza. Los médicos les aconsejaron que consideraran la posibilidad de interrumpir el embarazo, ya que pronosticaron que la niña nacería con graves discapacidades e incluso la animaron a abortar más allá del límite legal establecido.
En un acto de fe y amor, comenzaron a organizar una cadena de oración por el bienestar de su bebé, tanto en España como en otros países. Una vieja amiga del colegio se unió a ellos y se comprometió a rezar las 24 horas del día por la salud de la pequeña Eugenia, como decidieron llamarla. Pronto, las oraciones se extendieron más allá de su círculo íntimo y llegaron de todos los rincones de España. A pesar de los esfuerzos, Eugenia nació con graves problemas de salud y una discapacidad cerebral severa. Fue un momento extremadamente difícil para Nacho y Paula.
Pero esta no era la conclusión de su historia. Poco después, Paula descubrió que estaba embarazada nuevamente, pero esta vez de gemelas. Esta noticia fue un impacto en sus vidas para ella, y dudaba en cómo comunicárselo a Nacho. A pesar del agotamiento físico y mental que los abrumaba, y de las inevitables discusiones que surgían debido a la situación de Eugenia, la pareja se mantuvo unida. Paula compartió conmigo: «Nacho y yo nos apoyábamos y nos queríamos mucho, pero en momentos críticos o de tensión relacionados con Eugenia, surgían enfrentamientos porque no enfocábamos las cosas de la misma manera».
Fue en medio de estas circunstancias difíciles que la Virgen de Medjugorje hizo su aparición en sus vidas. Una amiga de Paula les habló sobre las apariciones marianas en esta aldea bosnia y les contó cómo María había pedido a sus hijos que hablaran menos y rezaran más. Esta revelación fue un punto de inflexión para Paula, quien decidió dejar de exigirle a su esposo y comenzó a dedicarse a la oración por su conversión.
Llenos de gratitud y fe renovada, Nacho y Paula regresaron a España con una profunda convicción de que la misión de la Virgen María en sus vidas era ayudarlos a crecer en la fe, fortalecer su matrimonio y transformar su sufrimiento en una oportunidad para el amor y la entrega.
la misión de la Virgen María en nuestras vidas es un camino de fe y transformación en medio del sufrimiento. Su intercesión y amor maternal nos invitan a confiar en Dios en todas las circunstancias y a encontrar consuelo y esperanza en medio de nuestras pruebas. Que la historia de Nacho y Paula nos inspire a abrir nuestros corazones a la presencia de María y a permitirle que nos guíe hacia una vida de fe, amor y entrega.
Fuente: Virgen de Medjugorje