Te compartimos una pequeña guía de cosas que hacer para ser tremendamente feliz, ser luz, ser sal! Muchas te parecerán obvias… pero no las hacemos y así nos va. Al final te dejamos un enlace por si quieres imprimirte esta pequeña lista de “trucos” en formato acordeón y poderla llevar en tu bolsillo.
Recuerda para mejorar o cambiar algo, como el camino a la felicidad o a cualquier meta que te propongas comienza con un paso. Escoge uno y luego otro, y otro… te esperamos en este Camino que sólo lleva a buenos destinos. Y no olvides un Cristiano es alguien feliz, con sus altibajos,si… pero feliz y alegre! Muchos Santos y desde luego el Evangelio nos lo recuerdan siempre, y sino nos crees clica aquí
He aquí un tutorial, una lista de pasos que todos podríamos hacer para ser mucho más felices en nuestra vida:
- Jesús y la Virgen lo recuerdan constantemente en sus Apariciones: Sonríe, se alegre, no critiques y juzgues y perdona mil veces, y reza mucho.
- Bendice desde tu interior a las personas que te encuentres, deséales un buen día con el corazón. La alegría te inundará, pruébalo.
- Haz obras de Amor y Caridad con los necesitados, con las personas, aunque sólo sea una palabra de amor, de comprensión, un abrazo. Tu ejemplo es como mejor divulgas la Fe Católica.
- Hacer apostolado y compartir es algo necesario para ser completo y llenara tu corazón y alma de felicidad y plenitud.
- Ayuda a tu Comunidad, ayuda al Sacerdote. Dale ideas, para mejorar la parroquia. Colabora.
- Crea comunidades, Jesús los envió de 2 en 2, no estemos solos, creemos comunidades en nuestras parroquias, la felicidad en comunidad crece exponencialmente.
- Piensa en hacer una obra buena al día, al menos 1 por día. Puede ser un simple abrazo. Tu vida mejorará 1000%.
- Ayuda siempre, se pro-activo no te quedes parado cuando veas que puedes hacer algo, como dar una idea o un consejo.
- Perdona, perdona mucho, o al menos inténtalo, cada vez que lo intentas te acercas más a Dios y mejoras como persona.
- Adora Jesús vivo en la Eucaristía una hora a la semana en una capilla de adoración eucarística perpetua. Sino tienes ninguna, puedes motivar a tu sacerdote a abrir una, internet ésta lleno de testimonios de las gracias que se reciben en las parroquias y barrios que abren una. También puedes visitar a Jesús en el Sagrario, pues está dentro, en las Hostias consagradas, esperándonos y casi siempre muy sólo.
- Al empezar y acabar el día, haz una Señal de la Cruz, pensando bien cada palabra y su significado y ofrécelo a Dios y la Virgen.
- No reces sin pensar lo que dices, eso no es rezar. Sino puedes concentrarte, habla con Dios, que también es otra forma de Oración.
- Lleva 1 Rosario bendecido encima. El Diablo huye del Santo Rosario y este sacramental es un amara poderosa para ir quitándote las preocupaciones, y llenándote de FE y Esperanza❤
- Rezar 1 Rosario al día, la oración que más ama la Virgen. Si puedes hazlo con tu familia. La familia que reza unida, permanece unida.
- Intenta hacer ayuno los miércoles y/o viernes. Sólo pan y agua. O sino, quitándote pequeños placeres ofreciéndoselos a la Trinidad y a la Virgen.
- Intenta realizar algún Retiro Espiritual, como pueden ser los que realiza El Camino de Emaus. No esperes solo que te formen los sacerdotes, el interés tiene que salir primero de ti.
- Ve todos los Domingos y sí puedes, todos los días. Llega 10 min. antes de empezar la Ceremonia, para prepararte bien.
- Al entrar y salir de la Iglesia, Santiguarse con agua bendita y arrodillarse mirando al Sagrario.
- Para no distraernos y entender bien la misa, cierra los ojos para poder seguir mejor la celebración.
- Vestir adecuadamente, vamos a una fiesta, y no podemos ir desarreglados. No usar el móvil, y estar en silencio. Tú no ves a Dios, pero el si nos ve. Y Dios merece nuestro máximo respeto.
- Confiésate. Es recomendable confesarse cada 15 días. Nunca comulgues en pecado, pues cometerías un pecado grave. Toma la comunión, sólo, si no has comido nada 1 hora antes.
- Si puedes comulga en la boca y si puedes de rodillas, recibes al Rey, el Rey te recibe. Las únicas manos que deberían tocar a la Sagrada Hostia, a Jesus, son las de los sacerdotes.
- Durante la Consagración, piensa en lo que sufrió Jesús y arrodíllate si no tienes impedimento físico, esto permite a los demás ver también la Ceremonia.
Si ves a alguien nuevo, al salir salúdale, que el que viene de fuera, sienta también el Amor de la gente de tu Iglesia.
