San Miguel Arcángel es el protector de la Iglesia y de los fieles contra las fuerzas del mal. Rezarle en el Tercer Día del Triduo nos ayuda a obtener su protección y fortalecer nuestra fe.
Las oraciones y reflexiones de este maravilloso Triduo en su honor ofrecen consuelo en momentos de dificultad, recordándonos que no estamos solos y que los ángeles están siempre presentes para ayudarnos en nuestro camino.
Oración
Los Ángeles en nuestra vida
La devoción a San Miguel Arcángel
ha estado presente en la vida de los fieles católicos
desde los primeros siglos de la Iglesia
San Miguel Arcángel fue el fiel defensor del pueblo de Dios
bajo la antigua ley, Pero igualmente hoy,
él sigue siendo el protector en la nueva ley
después de la venida de Jesús.
La devoción a San Miguel Arcángel
ha estado presente en la vida de los fieles católicos
desde los primeros siglos de la Iglesia.
San Miguel Arcángel fue el gran defensor
de los patriarcas del Antiguo Testamento,
y es considerado por muchos Doctores de la Iglesia
como el ángel asignado para estar con Nuestro Señor Jesucristo
en sus 33 años en la tierra.
San Miguel Arcángel es ahora considerado
también como el guardián del Santísimo Sacramento.
Debido a los diversos eventos y milagros asociados con San Miguel,
por tradición, algunos nombre le fueron asignado según sus cuatro oficinas:
Para luchar contra Satanás
Para rescatar las almas de los fieles contra el Demonio, especialmente en la hora de la muerte
Para asistir a los moribundos y acompañarlos a juicio
Ser el campeón del pueblo de Dios y patrono de la Santa Iglesia Católica
“San Miguel Arcángel, difiéndenos en la batalla…”
Señal de la cruz
Por la señal de la Santa cruz,
de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados
que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón,
porque con ellos, he ofendido a un Dios tan bueno.
Propongo firmemente no volver a pecar, y confío en que,
por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas
y me has de llevar a la vida eterna. Amén
Invocaciones
Confesemos al Señor a quien asisten millares de ángeles
y aclamémosle gozosos diciendo:
Bendecid al Señor, ángeles del Señor
1. Bendecid al Señor todos sus ángeles, ejecutores de sus ordenes
y siempre dispuestos a obedecer la voz de sus mandatos.
Bendecid al Señor, ángeles del Señor.
2. Bendecid al Señor que ha dado órdenes a sus ángeles
para que nos guarden en nuestros caminos y nos conduzcan
sin tropiezos por sus sendas.
Bendecid al Señor, ángeles del Señor.
3. Bendecid al Señor a quien alaban todos sus ángeles proclamándolo el Dios.
Eterno y el Santo entre todos sus santos.
Bendecid al Señor, ángeles del Señor.
Meditación para el Tercer día
Los Ángeles en nuestra vida
Los textos de las fiestas de los Ángeles
expresan bien lo que los Ángeles representan en nuestra vida.
Damos gracias a Dios por la creación
de los ángeles y de los arcángeles, objeto de tu complacencia.
A Dios le pedimos que nuestra vida esté siempre protegida
en la tierra por aquellos que te asisten continuamente en el cielo,
para que caminemos seguros por la senda de la salvación
bajo la fiel custodia de tus ángeles.
Reconocemos la centralidad de Dios,
pero a la vez creemos en la existencia de los Ängeles y los veneramos,
convencidos de que el honor que les tributamos manifiesta la gloria de Dios.
Creer en los Ángeles es creer en la cercanía de Dios
y en las mil formas que tiene de ayudarnos en nuestro camino siempre,
en todo momento y circunstancia.
Oraciones finales
Todopoderoso sempiterno Dios, que por tu gran clemencia
para la salud humana nombraste al Glorioso San Miguel Arcángel
como Príncipe defensor de la Iglesia, concédenos que por su saludable
protección merezcamos aquí ser defendidos de todos los enemigos,
y en la hora de nuestra muerte, libres y salvos,
seamos presentados a tu Divina y Soberana Majestad.
Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
(Pedir la gracia que se desea obtener)
¡Oh glorioso príncipe, arcángel San Miguel,
acuérdate de nosotros aquí y en todo lugar,
ruega siempre al Hijo del Altísimo por nosotros, Aleluya, Aleluya.
V. A los ojos de los ángeles cantaré a Ti, oh Dios.
R. Y adoración hacia tu Santo Templo y confesaré Tu nombre.
Oh Dios, que con admirable sabiduría distribuyes
los misterios de los ángeles y de los hombres,
te pedimos que nuestra vida esté siempre protegida en la tierra
por el Arcángel San Miguel que te asiste continuamente en el cielo.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Origen
La devoción a San Miguel Arcángel se remonta a los primeros siglos del cristianismo. San Miguel es mencionado en la Biblia, en libros como Daniel, Judas y Apocalipsis, donde se le describe como un poderoso protector y defensor del pueblo de Dios.
Promesas
San Miguel Arcángel, como defensor y protector, promete su continua asistencia a aquellos que lo invocan con fe. En este segundo día del triduo, se enfatiza su rol en la defensa contra el mal y en la protección del pueblo de Dios. Se le pide a San Miguel que nos defienda de todos los enemigos y que nos presente ante Dios en la hora de nuestra muerte.
Los ángeles en nuestra Vida: Tercer Día del Triduo a San Miguel Arcángel
En este Tercer Día del Triduo dedicado a San Miguel, nos adentramos en la profunda reflexión sobre el papel que desempeñan los ángeles en nuestras vidas.
Los ángeles, seres espirituales creados por Dios, son mensajeros celestiales que actúan como instrumentos de su voluntad. Su existencia nos recuerda que no estamos solos en este viaje terrenal, sino que contamos con una compañía celestial que nos guía, protege y consuela.
San Miguel Arcángel, como jefe de la milicia celestial, se destaca por su valentía y fidelidad inquebrantables en la lucha contra el mal. Su nombre, que significa «¿Quién como Dios?», nos recuerda el poder infinito del Creador y la importancia de mantenernos firmes en nuestra fe.