Durante este Tercer día del Triduo a la Natividad de la Virgen se nos permite renovar nuestra consagración a la Santísima Virgen, afianzando nuestra confianza en su poderosa intercesión.
Además, la gracia que Nuestra Señora alcanza para nosotros nos fortalecerá en la lucha contra las asechanzas del maligno y nos sostendrá en el fiel servicio a Dios, hasta el final de nuestros días.
Oración
Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios Nuestro,
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
El Angelus
El Ángel del Señor anunció a María y concebió por obra del Espíritu Santo
Se reza un Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo; Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según su palabra.
Se reza un Ave María
Y el verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros.
Se reza un Ave María
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas
y divinas gracias de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración
Te suplicamos Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas,
para que los que por el anuncio del Ángel hemos conocido
la encarnación de tu hijo Jesucristo, por su pasión y cruz
seamos llevados a la Gloria de su resurrección. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Oración del Tercer día
Santa Niña, puerta feliz del cielo
en ti, mi alma confía y espera.
Hoy reflexiono y me doy cuenta de cuán
tibio es mi servicio a Dios
cuánto es grande el peligro de dañarme,
Poderosa abogada nuestra, desde tu pequeña cuna,
extiende tu mano, bendíceme y lléname del camino de la vidaz.
Haz que me dedique al servicio del Señor
con fervor y constancia, hasta mi muerte.
María Inmaculada con tu nacimiento nos trajiste la Paz
y la alegría a todos, concédeme que realmente
viva la paz y la alegría de espíritu.
Haz que mi cuerpo sea templo vivo del Espíritu Santo.
Te pido también que me asistas contra las amenazas del demonio
y con tu maternal ayuda pueda vencer. Amén
Se reza un Ave María
Origen
Quienes realicen con devoción este Tercer Día del Triduo obtendrán de la Santísima Virgen gracias y bendiciones especialísimas. Nuestra Señora intercederá eficazmente para alcanzarnos la gracia de servirle al Señor con fervor y constancia hasta el final de nuestros días. Ella nos asistirá poderosamente contra las acechanzas del demonio, protegiéndonos bajo su manto maternal. Finalmente, María alcanzará para nosotros esa paz y alegría espiritual que solo Ella puede dar, al ser la Madre de la Divina Gracia.
Promesas
quienes realicen con devoción este Tercer Día del Triduo obtendrán de la Santísima Virgen gracias y bendiciones especialísimas. Nuestra Señora intercederá eficazmente para alcanzarnos la gracia de servirle al Señor con fervor y constancia hasta el final de nuestros días. Ella nos asistirá poderosamente contra las acechanzas del demonio, protegiéndonos bajo su manto maternal. Finalmente, María alcanzará para nosotros esa paz y alegría espiritual que solo Ella puede dar, al ser la Madre de la Divina Gracia.
Reflexiones y beneficios del tercer día del Triduo a la Natividad de la Virgen María
El Triduo a la Natividad de la Virgen María es una devoción católica de gran importancia, celebrada en los tres días previos al 8 de septiembre, día en que se conmemora el nacimiento de la Santísima Virgen. Este periodo de oración y reflexión culmina en el tercer día, donde intensificamos nuestras súplicas y meditaciones, pidiendo la intercesión de María en sus vidas.
La devoción a la Virgen María ha sido una parte integral de la fe cristiana desde los primeros siglos. La Iglesia Católica, reconociendo su papel único en la historia de la salvación, ha dedicado numerosas festividades y devociones en su honor.
La Natividad de la Virgen María, celebrada cada 8 de septiembre, es una de estas festividades importantes. El Triduo, que consiste en tres días de oración y preparación, se basa en una antigua tradición utilizada para preparar a los fieles para grandes celebraciones litúrgicas y para pedir gracias especiales.
Participar con devoción y fe en el Triduo a la Natividad de la Virgen María trae consigo varias promesas espirituales. Primero, la intercesión especial de María, quien es una poderosa abogada ante Dios. Los fieles creen que, al honrar su nacimiento, María intercede de manera especial por sus necesidades y dificultades.