Realizando este Segundo día del Tríduo al Padre Pío obtenemos la intercesión y protección del Padre Pío ante Dios, quien en vida sufrió tentaciones y persecuciones del demonio, pero permaneció firme en la fe.
Es por ello que rezándolo recibimos la gracia de la fortaleza espiritual para resistir las asechanzas del maligno y conservar la fe hasta el fin. También alcanzamos el perdón de nuestros pecados y la fuerza para renunciar al pecado, con la ayuda del Padre Pío y de Nuestro Señor Jesucristo.
Oración
Santísimo Padre San Pío de Pietrelcina, tú que te encuentras
cerca de nuestro amadísimo Padre Dios Jesucristo,
y has tenido la santidad y resistencia en las tentaciones del maligno.
Tú que has sido golpeado por los demonios del infierno
que quisieron convencerte a abandonar tu camino de santidad.
Ruega a Dios por nosotros, para que con tu ayuda y con la de Nuestro Señor,
encontremos la fortaleza espiritual
para renunciar al pecado y para conservar la fe
hasta el día de nuestra muerte. Amén.
«Ánimo y no temas la ira de Lucifer.
Recordad siempre que es una buena señal cuando el enemigo
se agita y ruge alrededor vuestro, ya que esto demuestra
que él no está dentro de ti»
A continuación se reza la Novena que el Padre Pío dedicaba al Sagrado Corazón de Jesús, cuyo texto es:
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: «en verdad os digo, pedid y recibiréis,
buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá»
He aquí que, confiado en tu Palabra divina llamo, busco y te pido la siguiente gracia…
Se reza un Padre Nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Se reza un Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo; Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Se reza un Gloria
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: «en verdad os digo, todo lo que pedireis
a mi Padre en mi Nombre, El os lo concederá»
He aquí que, confiado en tu Palabra divina,
pido al Eterno Padre en tu Nombre la siguiente gracia…
Se rezan un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío
¡Oh, Jesús mío! que dijiste: «en verdad os digo, los cielos
y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.»
He aquí que, confiado en la infalibilidad de Tu Palabra divina, te pido la siguiente gracia…
Se rezan un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío
Oh, Sagrado Corazón de Jesús, infinitamente compasivo
con los desgraciados, ten piedad de nosotros, pobres pecadores,
y concédenos las gracias que te pedimos por medio
del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.
San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
Se reza una Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida y dulzura y esperanza nuestra: Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y,
después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Origen
San Pío de Pietrelcina, más conocido como Padre Pío, fue un sacerdote capuchino italiano que vivió entre 1887 y 1968. Es famoso por recibir los estigmas de Cristo y por su intensa vida de oración y sacrificio. Su devoción y caridad atrajeron a numerosos fieles, y tras su canonización en 2002, la devoción a su figura ha crecido en todo el mundo. El Tríduo es una de las formas en que los fieles buscan su intercesión y se inspiran en su ejemplo de santidad.
Promesas
Recibimos la gracia necesaria para discernir las tentaciones, rechazar el pecado y fortalecer la voluntad. Al igual que obtenemos la fortaleza espiritual para mantener una fe firme en Dios, incluso en momentos de dificultad.
Segundo día del Triduo al Padre Pío: Fortaleza espiritual para vencer las tentaciones
El Segundo Día del Triduo al Padre Pío es una oportunidad única para invocar la poderosa intercesión de este gran santo, quien en vida sufrió terribles tentaciones y persecuciones del demonio, pero permaneció firme en su fe y vocación.
Este día nos recuerda la lucha espiritual que el Padre Pío enfrentó con valentía y la victoria que alcanzó gracias a su confianza inquebrantable en Dios. Él es un ejemplo vivo de que, con la gracia divina, podemos vencer las asechanzas del maligno y mantenernos fieles a nuestro camino de santidad.
Al rezar en este Segundo Día del Triduo, imploramos al Padre Pío que interceda por nosotros ante el Todopoderoso, para que obtengamos la fortaleza espiritual necesaria para resistir las tentaciones y conservar la fe hasta el final de nuestras vidas.