El segundo día del Triduo a San Miguel Arcángel nos invita a profundizar en la presencia de los ángeles en la Sagrada Liturgia, reconociendo su papel fundamental en la alabanza y adoración a Dios, así como en la intercesión por la humanidad.
Desde los tiempos de los Patriarcas hasta la venida de Cristo, San Miguel ha sido visto como el gran ángel guardián. En la Biblia, San Miguel es mencionado en el libro de Daniel, donde se le describe como el gran príncipe que se alzará en tiempos de tribulación para proteger al pueblo de Dios.
Oración
Los Ángeles en la sagrada liturgia
Las enseñanzas de los Padres de la Iglesia indican que San Miguel
fue honrado como ángel protector de los hijos de Dios
La devoción a San Miguel Arcángel
es una de las devociones más antiguas de la Iglesia Católica;
de hecho, sus intervenciones en el plan divino del Creador
va mucha más atrás de la Encarnación. Fue San Miguel,
quien condujo al ejército de Dios contra Lucifer y a los otros ángeles rebeldes caídos .
Es San Miguel Arcángel que custodia la Iglesia Católica y al Papa,
y es el mismo San Miguel, que, siguiendo los mandatos de Dios
repetirá su papel defensor en contra del Anticristo en los últimos tiempos
En la Biblia, a San Miguel Arcángel, se le hace referencia
por su nombre en pocas ocasiones en el Antiguo Testamento,
sólo en el libro de Daniel (10,13 y 21), y de nuevo en (12,1):
“En aquel tiempo, se alzará Miguel, el gran Príncipe,
que está de pie junto a los hijos de tu pueblo.
Será un tiempo de tribulación, como no lo hubo jamás,
desde que existe una nación hasta el tiempo presente.
En aquel tiempo, será liberado tu pueblo:
todo el que se encuentre inscrito en el Libro”. (Daniel 12,1)
Las enseñanzas de los Padres de la Iglesia,
indican que San Miguel fue honrado como el gran Ángel de la guarda
de los hijos de Dios antes de la venida de Cristo,
y cumplió el papel de defensor durante la época de los patriarcas en adelante.
Los Padres de la Iglesia nos dicen que en muchos eventos
durante todo el Antiguo Testamento, donde se indica la aparición
y la asistencia de un ángel misterioso del Señor sin nombre,
se cree que era San Miguel Árcángel
Por la señal de la Santa cruz,
de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados
que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón,
porque con ellos, he ofendido a un Dios tan bueno.
Propongo firmemente no volver a pecar, y confío en que,
por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas
y me has de llevar a la vida eterna. Amén
Invocaciones
Confesemos al Señor a quien asisten millares de ángeles
y aclamémosle gozosos diciendo:
Bendecid al Señor, ángeles del Señor
1. Bendecid al Señor todos sus ángeles, ejecutores de sus ordenes
y siempre dispuestos a obedecer la voz de sus mandatos.
Bendecid al Señor, ángeles del Señor.
2. Bendecid al Señor que ha dado órdenes a sus ángeles
para que nos guarden en nuestros caminos y nos conduzcan
sin tropiezos por sus sendas.
Bendecid al Señor, ángeles del Señor.
3. Bendecid al Señor a quien alaban todos sus ángeles proclamándolo el Dios.
Eterno y el Santo entre todos sus santos.
Bendecid al Señor, ángeles del Señor.
Meditación para el segundo día
Los ángeles en la Liturgia
No es nada extraño que, si la Biblia nos habla
con tanta insistencia de los Ängeles,
como lo vímos en el día anterior de este Triduo,
también en nuestra celebración litúrgica los tengamos presentes:
En la Plegaria Eucarística, se nos invita a la aclamación del “Santo”
en unión con los Ángeles y con los santos,
imitando su canto de alabanza a Dios,
porque innumerables ángeles en tu presencia,
contemplando tu gloria, te sirven siempre y te glorifican sin cesar.
Son ellos también los que presentan nuestra ofrenda ante Dios.
Es lógico que en el ciclo de navidad,
siguiendo las indicaciones de las lecturas bíblicas,
nos acordemos de los Ángeles en nuestra oración:
ellos anunciaron a Zacarías el plan sobre su hijo Juan,
ellos cantaron el Gloria a Dios en el cielo en la
bendita noche de Belén, y guiaron con sus mensajes a María y a José
en su entrañable misión de peregrinaje
Oraciones finales
Todopoderoso sempiterno Dios, que por tu gran clemencia
para la salud humana nombraste al Glorioso San Miguel Arcángel
como Príncipe defensor de la Iglesia, concédenos que por su saludable
protección merezcamos aquí ser defendidos de todos los enemigos,
y en la hora de nuestra muerte, libres y salvos,
seamos presentados a tu Divina y Soberana Majestad.
Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
(Pedir la gracia que se desea obtener)
¡Oh glorioso príncipe, arcángel San Miguel,
acuérdate de nosotros aquí y en todo lugar,
ruega siempre al Hijo del Altísimo por nosotros, Aleluya, Aleluya.
V. A los ojos de los ángeles cantaré a Ti, oh Dios.
R. Y adoración hacia tu Santo Templo y confesaré Tu nombre.
Oh Dios, que con admirable sabiduría distribuyes
los misterios de los ángeles y de los hombres,
te pedimos que nuestra vida esté siempre protegida en la tierra
por el Arcángel San Miguel que te asiste continuamente en el cielo.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Origen
Desde los primeros siglos del cristianismo, San Miguel Arcángel ha ocupado un lugar especial en la devoción popular. Su papel como líder de los ejércitos celestiales, defensor de la fe y protector del pueblo de Dios lo ha convertido en una figura venerada en todo el mundo. Iglesias, santuarios y obras de arte a lo largo de la historia dan testimonio de la profunda devoción a este arcángel.
Promesas
San Miguel Arcángel, como defensor y protector, promete su continua asistencia a aquellos que lo invocan con fe. En este segundo día del triduo, se enfatiza su rol en la defensa contra el mal y en la protección del pueblo de Dios. Se le pide a San Miguel que nos defienda de todos los enemigos y que nos presente ante Dios en la hora de nuestra muerte.
Los Ángeles en la Sagrada Liturgia: Segundo Día del Triduo a San Miguel Arcángel
En el corazón del Triduo a San Miguel Arcángel, nos encontramos en el segundo día, una jornada dedicada a reflexionar sobre la presencia de los ángeles en la Sagrada Liturgia.
Estos seres celestiales, que rodean el trono divino y entonan cánticos de alabanza eterna, no solo forman parte de la historia de la salvación, sino que también se hacen presentes en nuestras celebraciones litúrgicas, invitándonos a unirnos a su adoración a Dios.
El segundo día del Triduo a San Miguel Arcángel nos invita a fortalecer nuestra fe y devoción a los ángeles, reconociendo su presencia en la Sagrada Liturgia y en nuestra vida diaria. Que este Triduo sea una oportunidad para acercarnos a estos seres celestiales, buscar su guía y protección, y unirnos a su canto de alabanza a Dios.
Los ángeles son seres celestiales que nos acompañan en nuestro camino de fe. La Sagrada Liturgia nos ofrece una hermosa oportunidad para conectar con ellos, celebrar junto a ellos la grandeza de Dios y buscar su intercesión en nuestras oraciones.