En el segundo día de la Novena de los Aguinaldos al Niño Dios, se reflexiona sobre el momento en que el Arcángel Gabriel se apareció a la Virgen María en la casa de Nazaret para anunciarle que sería la Madre del Hijo de Dios. María, en su humildad y obediencia a la voluntad divina, dio su consentimiento al plan de Dios y se convirtió en la madre de Jesús.
Oración
Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos Señor Dios Nuestro,
en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Rezamos un Pésame
Pésame, Dios mío,
y me arrepiento de todo corazón
de haberos ofendido.
Pésame por el infierno que merecí
y por el cielo que perdí
pero mucho más me pesa,
porque pecando ofendí
a un Dios tan bueno
y tan grande como Vos.
Antes querría haber muerto
que haberos ofendido;
y propongo firmemente no pecar más
y evitar todas las ocasiones
próximas de pecado. Amén.
Segundo Día
El Verbo Eterno se halla a punto de tomar su naturaleza creada en la santa casa de Nazaret, en donde moraban María y José. María pasaba las silenciosas horas de la noche en la unión más estrecha con Dios y mientras oraba se le apareció el Arcángel San Gabriel, enviado de parte de Dios, con el fin de pedirle su consentimiento para la Encarnación.
Aquel momento fue muy solemne; era potestativo en María el rehusar. Con qué adorables delicias, con qué inefable complacencia aguardaría la Santísima Trinidad a que María abriese los labios y pronunciase el «fiat» que debió ser melodía para sus oídos y con el cual se conformaba su profunda humildad a la omnipotente voluntad divina. La Virgen Inmaculada ha dado su consentimiento El Arcángel ha desaparecido. Dios se ha revestido de una naturaleza creada y la voluntad eterna está ya cumplida.
En las regiones del mundo angélico estallaba un júbilo inmenso. El Verbo se había hecho carne y aunque todavía invisible para el mundo, habitaba ya entre los hombres a quienes su inmenso amor había venido a rescatar. No era ya sólo el Verbo Eterno, era el Niño Jesús revestido de la apariencia humana, que justificaba ya el elogio que de El habían hecho todas las generaciones al llamarle el más hermoso de los hijos de los hombres.
Promesas
Se atribuyen diversas promesas a la Novena al Niño Dios, entre ellas:
- Conceder las peticiones que se hagan con fe y corazón sincero.
- Proteger a los niños y fortalecer las familias.
- Brindar consuelo y fortaleza en momentos difíciles.
- Ayudar a alcanzar la conversión y el perdón de los pecados.
- Favorecer la paz interior y la alegría espiritual.
Origen
El origen de la Novena al Niño Dios se remonta a tradiciones católicas antiguas que honraban y celebraban el nacimiento de Jesús. La devoción al Niño Jesús se ha mantenido a lo largo de los siglos y ha adquirido diferentes formas en diferentes culturas y tradiciones católicas.
Segundo día de la novena de los Aguinaldos al Niño Dios: La belleza de la Encarnación.
La Novena al Niño Dios es un tiempo especial de oración y reflexión en el que los fieles se preparan para celebrar el nacimiento de Jesús. Cada día de la novena nos adentramos en diferentes aspectos del misterio de la Encarnación.