Contemplar los misterios gloriosos al rezar el Rosario a Nuestra Señora del Carmen es una forma de meditar en una de las columnas de nuestra fe, la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Los misterios gloriosos se rezan los miércoles y domingos.
Este maravilloso Rosario a Nuestra Señora del Carmen puede traer muchos beneficios a nuestras vidas, como el aumento de la fe, esperanza y la caridad.
Oración
Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios Nuestro,
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo por medio de la poderosa intercesión
del Corazón Inmaculado de María Tu Amadísima Esposa, amén.
Para que nuestra oración llegue al Cielo,
pedimos humildemente perdón a Dios
por nuestros pecados y por el mundo entero.
Acto de Contrición
Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.
Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí,
pero mucho más me pesa porque pecando
ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Tú.
Antes querría haber muerto que haberte ofendido;
y me propongo firmemente, ayudado de tu Divina Gracias
no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.
Oración primera
Virgen del Carmen, seguimos transitando
el camino de la plegaria y la reflexión hacia una meta,
la de conocerte más y amarte mejor. Ilumínanos,
Señora de la luz, para re descubrirte cada día
en el misterio de Cristo y de la Iglesia.
Haz que, a través de la experiencia espiritual del Carmelo,
te contemplemos como Virgen orante que nos enseña a acoger,
meditar, vivir y proclamar la Palabra de Dios
y como Madre Espiritual que acompaña el desarrollo
de nuestra existencia cristiana desde el Bautismo hasta la plenitud que es Cristo.
Rosa del Carmelo perfúmanos en alma y cuerpo,
para que seamos buen olor de Cristo en medio de nuestros hermanos.
Estrella del Mar, conduce nuestra barquilla
en la noche oscura del destierro hasta las playas
luminosas de la Patria. Reina del Cielo, que un día,
junto a ti, gocemos de una eternidad para proclamar
la grandeza del Señor porque el Poderoso hizo en ti maravillas. Amén.
Hacemos un minuto de silencio y elevamos al Señor nuestra acción de gracias por todos los beneficios recibidos de su generosidad y depositamos con confianza a los pies de nuestra Madre Santísima todas nuestras intenciones particulares, familiares, amigos y bien hechores, uniéndonos a las intenciones de esta comunidad, por quienes confían en nuestras oraciones y por aquellos que rezan por nosotros.
Meditamos con los ojos de María estos Sagrados Misterios.
Primer Misterio Glorioso
En el primer misterio contemplamos: La Resurrección Mt. 28,1-7 Jesús resucitado es la vida, está con nosotros todos los días.
Virgen del Carmen: tú que fuiste colmada
de alegría en la Resurrección de tu Hijo,
concédenos que nuestras vidas sean testimonio de fe, esperanza y amor.
Ofrecemos este misterio para obtener el fruto de la fe, la conversión y la verdadera alegría.
Después de anunciar cada misterio se rezan: 1 Padre Nuestro, 10 Aves Marías, 1 Gloria y las Jaculatorias.
Padre Nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Jaculatorias:
Del Ángel de Fátima
¡Oh, Jesús mío! Perdona nuestros pecados,
líbranos del fuego del infierno,
lleva al Cielo a todas las almas, especialmente,
a las más necesitadas de tu Misericordia.
A la Virgen del Carmen
Flor del Carmelo, viña florida, esplendor del cielo,
Virgen sin mancha, singular Madre cariñosa,
intacta de hombre, a los carmelitas proteja tu nombre, Estrella del Mar.
Segundo misterio
En el segundo misterio contemplamos: La Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo. Mt. 16,14-20
Jesús sube al cielo en cuerpo y alma.
Virgen del Carmen: que fuiste figurada en una nube por el profeta Elías, que con su lluvia fecundaste copiosamente la tierra, te pedimos que nos alcances de tu Hijo copiosas lluvias de bendiciones en auxilio para nuestras almas.
Ofrecemos este misterio para alcanzar el fruto de la esperanza y el ansia del cielo.
Tercer misterio
En el tercer misterio contemplamos: La venida del Espíritu Santo. He. 2,1-4
Los Apóstoles en oración con María reciben el Espíritu Santo.
Virgen del Carmen: danos la gracia de perseverar en la oración y así nos dispongamos a recibir los dones del Espíritu Santo y que Él renueve nuestras vidas con frutos de virtudes y buenas obras.
Ofrecemos este misterio para alcanzar el fruto de la caridad y el celo apostólico.
Cuarto misterio
En el cuarto misterio contemplamos: La Asunción de la Virgen Apoc. 12,1
Llevada por los ángeles, María sube al cielo en cuerpo y alma.
Virgen del Carmen: te pedimos que siempre estés cerca de nosotros para protegemos y asistimos en el momento de nuestra muerte.
Ofrecemos este misterio para alcanzar el fruto de la devoción amorosa a María.
Quinto misterio
En el quinto misterio contemplamos: La Coronación de la Santísima Virgen. Apoc. 12,1
María es Coronada como Reina y Madre de todo lo creado.
Virgen del Carmen: Tú que fuiste ensalzada como Reina del Universo, a semejanza de tu Hijo, concédenos a nosotros, tus hijos peregrinos de este mundo, tu protección maternal y que un día todos gocemos contigo la alegría del reino.
Ofrecemos este misterio para alcanzar el fruto de la firme en María.
ORACIONES PARA CONCLUIR EL ROSARIO
- Un Padre Nuestro por el Papa y por las intenciones de la Virgen.
- Credo
- Consagración a la Virgen del Carmen.
Consagración a la Virgen del Carmen.
Virgen del Carmen, llévanos sobre nuestro pecho tu santo Escapulario, signo de nuestra consagración a tu Corazón inmaculado. Madre querida, somos tus hijos: unos hijos de tu entera pertenencia. Nuestra consagración. Señora, nos exige una entrega sin reservas a tu persona, una dedicación generosa a tu servicio, una fidelidad inquebrantable a tu amor y una solicita imitación de tus virtudes.
Queremos vivir, conforme al ideal carmelitano, en ti, por ti, contigo y para ti. Gracias a tu Escapulario, Virgen bendita, somos miembros de tu cuerpo místico del Carmelo y participamos de la consagración comunitaria de la Orden a ti, que eres su Cabeza.
Nuestra consagración se une, pues, a la de toda la familia carmelitana y acredita así su valor y eficiencia. Santa María, Abogada y Mediadora de los hombres, no podríamos vivir nuestra consagración con olvido de quienes son tus hijos y nuestros hermanos. Por eso, nos atrevemos a consagrarte la Iglesia y el mundo, nuestras familias y nuestra patria.
Te consagramos especialmente los que sufren en el alma o en el cuerpo: los pecadores, los presos, los desterrados, los enfermos, los hambrientos.Madre y Reina del Carmelo, por nuestra consagración somos del todo tuyos ahora en el tiempo. Que los sigamos siendo también un día en la Eternidad. Así sea.
¡Virgen del Carmen, ruega por nosotros!
Origen
El origen de la advocación de la Virgen del Carmen data, de forma más tangible, del siglo XIII en el Monte Carmelo en el actual Israel. Sin embargo, desde siglos antes, se le veneraba en dicho Monte. En 1251, la Virgen del Carmen, también conocida como la Flor del Carmelo o la Estrella del Mar, respondió las súplicas del Sexto General de la Orden Carmelita, San Simón Stock, de origen inglés, quien suplicó la ayuda de la Reina del Cielo ante el riesgo que corría la orden Carmelitana ante la presencia de los musulmanes.
Como un sello de protección celestial, no sólo en ese momento, sino extendiendo su generosa guarda a todo el Carmelo por siglos y a los que con amor de hijos de Dios y de Ella portan el escapulario, se apareció a San Simón Stock prometiéndole su auxilio a través de la vida de oración y el uso del Escapulario del Carmen o Escapulario Marrón que Ella misma le entregó al fiel monje.
Promesas
Las promesas de la Virgen del Carmen están más bien enfocadas al uso del Escapulario del Carmen, aunque también se encuentran muy ligadas de forma implícita a las Promesas del Rosario, ya que, en la última aparición de la Virgen del Rosario de Fátima, el 13 de octubre de 1917, también se apareció bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen.
Sin duda, tanto la devoción al Escapulario del Carmen como el rezar el Rosario a la Flor del Carmelo, pueden alcanzar enormes milagros como las conversiones más insospechadas, ya que son un signo de pertenencia a la Santísima Virgen ya sea de forma consciente o también de forma predestinada de futuros conversos.
El Santo Rosario a la Virgen del Carmen – Misterios Gloriosos es una ayuda eficaz para nuestra salvación
Entrelazando la meditación de los misterios gloriosos de Cristo con la intercesión maternal de la Virgen, se convierte en un camino de transformación personal y un puente hacia la gloria eterna.
El Santo Rosario a la Virgen del Carmen – Misterios Gloriosos, como un faro que ilumina la oscuridad, nos guían a través de los eventos más sublimes de la vida de Jesús:
- Resurrección: La victoria sobre la muerte, símbolo de la esperanza que nos impulsa a vivir con fe inquebrantable.
- Ascensión: La promesa de un destino celestial, que nos eleva hacia la búsqueda de la santidad.
- Venida del Espíritu Santo: El fuego divino que transforma corazones, llenándonos de sabiduría y discernimiento.
- Asunción de la Virgen María: La glorificación de la Madre de Dios, un modelo de entrega y fidelidad.
- Coronación de la Virgen María: La exaltación de María como Reina del cielo y la tierra, un recordatorio de su intercesión maternal.
Te invitamos a rezar también a la Virgen del Carmen: