Una corona de rosas a la Stella Maris que es el faro en la noche, la calma en la tormenta y la paz en la marea suave.
Misterios Gozosos
Letanía a Nuestra Señora del Carmen
Misterios Dolorosos
Misterios Gloriosos
Misterios Luminosos
Origen
El origen de la advocación de la Virgen del Carmen data, de forma más tangible, del siglo XIII en el Monte Carmelo en el actual Israel. Sin embargo, desde siglos antes, se le veneraba en dicho Monte. En 1251, la Virgen del Carmen, también conocida como la Flor del Carmelo o la Estrella del Mar, respondió las súplicas del Sexto General de la Orden Carmelita, San Simón Stock, de origen inglés, quien suplicó la ayuda de la Reina del Cielo ante el riesgo que corría la orden Carmelitana ante la presencia de los musulmanes. Como un sello de protección celestial, no sólo en ese momento, sino extendiendo su generosa guarda a todo el Carmelo por siglos y a los que con amor de hijos de Dios y de Ella portan el escapulario, se apareció a San Simón Stock prometiéndole su auxilio a través de la vida de oración y el uso del Escapulario del Carmen o Escapulario Marrón que Ella misma le entregó al fiel monje.
Promesas
Las promesas de la Virgen del Carmen están más bien enfocadas al uso del Escapulario del Carmen, aunque también se encuentran muy ligadas de forma implícita a las Promesas del Rosario, ya que, en la última aparición de la Virgen del Rosario de Fátima, el 13 de octubre de 1917, también se apareció bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen.
Sin duda, tanto la devoción al Escapulario del Carmen como el rezar el Rosario a la Flor del Carmelo, pueden alcanzar enormes milagros como las conversiones más insospechadas, ya que son un signo de pertenencia a la Santísima Virgen ya sea de forma consciente o también de forma predestinada de futuros conversos.