La oración del Rosario a Nuestra Señora de Fátima – Misterios Gloriosos. La Virgen en Fátima pidió el rezo diario del Rosario para acabar con la guerra y alcanzar la paz en el mundo. 13 de mayo de 1917.
Los misterios Gloriosos se rezan los miércoles y los domingos.
Oración
Oración antes del Rosario
Reina del Santo Rosario,
Tú que Te dignaste venir a Fátima a revelar
a los pastorcitos los tesoros ocultos de la gracia en el Rosario:
Inspira mi corazón con un sincero amor por esta devoción,
para que meditando sobre los Misterios
de nuestra Redención que ellos evocan, pueda enriquecerme
con sus frutos y obtener la paz del mundo, la conversión de los pecadores
y de Rusia y las gracias que Te pido en este Rosario. (Haga aquí su pedido.)
Te lo pido por la mayor gloria de Dios,
por Tu honor y por el bien de las almas,
especialmente por la mía. Amén.
Ofrezco este Rosario para conocer la Verdad y pedir la contrición y el perdón de mis pecados.
Persignarse
Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios Nuestro,
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Credo Niceno
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,engendrado,
no creado,de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;que por nosotros,
los hombres,y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo. Santificado sea Tu
nombre. Venga a nosotros Tu reino, hágase Tu voluntad
en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de
cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden y no nos dejes caer en
tentación mas líbranos del mal. Amén.
Se rezan 3 Aves Marías
Ave María
Dios Te salve, María. Llena eres de gracia:
El Señor es contigo. Bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de Tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Gloria al Padre
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.b Amén.
Oración de Fátima
¡Oh, Jesús mío ! Perdona nuestros pecados,
líbranos del fuego del infierno.
Lleva todas al Cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
PRIMER MISTERIO GLORIOSO
La Resurrección del Hijo de Dios
Jesucristo resuscita en la gloria de entre los muertos la mañana del Domingo de Pascua.
“Y partiendo muy de madrugada el primer día de la semana,
llegaron al sepulcro… echando la vista, repararon que la piedra estaba apartada…
Y entrando en el sepulcro se hallaron con un joven vestido de un blanco ropaje…
él les dijo: No tenéis que asustaros; vosotras venís a buscar a Jesús Nazareno,
que fué crucificado; ya resucitó, no está aquí:
Pero id, y decid a sus discípulos.” (Marcos 16, 2. 4-7)
“Las que refirieron esto a los apóstoles eran María Magdalena,
y Juana, y María madre de Santiago, y las otras sus compañeras.” (Lucas 24, 10).
Oremos:
Os ofrecemos, Señor Jesús, esta decena
en honor de Vuestra gloriosa Resurrección;
y os pedimos – por este misterio y por la intercesión
de Vuestra Santísima Madre – una fe viva, el amor
para con Dios y el fervor en Vuestro servicio.
Rezamos 1 Padre Nuestro, 10 Ave María, 1 Gloria, Oración de Fátima
Jaculatorias:
Gracias del misterio descended a nuestras almas
y hacedlas verdaderamente santas. Amén.
Dulce corazón de María sed la salvación de Rusia,
España, Portugal, Europa (mencionar su país) y del mundo entero.
SEGUNDO MISTERIO GLORIOSO
La Ascensión
Los apóstoles presencian la ascensión triunfal de Jesús al Cielo.
“A lo cual respondió Jesús: (a los Apóstoles)… me serviréis
de testigos en Jerusalén… y hasta el cabo del mundo.
Dicho esto, se fué elevando a vista de ellos por los aires…
Y estando atentos a mirar cómo iba subiéndose al cielo,
he aquí que aparecieron cerca de ellos dos personajes
con vestiduras blancas, los cuales les dijeron:
Varones de Galilea, ¿por qué estáis ahí parados mirando al cielo?
Este Jesús, que separándose de vosotros se ha subido al cielo,
vendrá de la misma suerte que le acabáis de ver subir allá.” (Hechos 1, 7-11)
Oremos:
Os ofrecemos, Señor Jesús, esta decena en honor de Vuestra
triunfante Ascensión; y os pedimos – por este misterio
y por la intercesión de Vuestra Santísima Madre –
la esperanza firme y un deseo ardiente del cielo, nuestra querida Patria.
Rezamos 1 Padre Nuestro, 10 Ave María, 1 Gloria, Oración de Fátima
Jaculatorias:
Gracias del misterio descended a nuestras almas
y hacedlas verdaderamente santas. Amén.
Dulce corazón de María sed la salvación de Rusia,
España, Portugal, Europa (mencionar su país) y del mundo entero.
TERCER MISTERIO GLORIOSO
La Venida del Espíritu Santo
El Espíritu Santo desciende sobre los apóstoles para iluminarlos,
guiarlos, fortalecerlos y santificarlos.
“Al cumplirse, pues, los días de Pentecostés, estaban todos
juntos en un mismo lugar, cuando de repente
sobrevino del cielo un ruido, como de viento impetuoso que soplaba,
y llenó toda la casa donde estaban.
Al mismo tiempo vieron aparecer unas como lenguas de fuego,
que se repartieron y se asentaron sobre cada uno de ellos.
Entonces fueron llenados todos del
Espíritu Santo…” (Hechos 2, 1-4)
Oremos:
Os ofrecemos, Espírito Santo, esta decena en honor del misterio
de Pentecostés y os pedimos – por este misterio
y por la intercesión de María, la Esposa más fiel –
la gracia de Vuestra Santa Sabiduría de modo
que podamos conocer toda la Verdad necesaria para la salvación,
que amemos realmente esa Verdad,
vivamos según esa Verdad y perseveremos en la vivencia
de esa Verdad. Que seamos instrumentos en Vuestras manos
para que siempre practiquemos, promovamos, defendamos y
difundamos Vuestra Verdad frente a todos aquellos
puestos en nuestro camino.
Rezamos 1 Padre Nuestro, 10 Ave María, 1 Gloria, Oración de Fátima
Jaculatorias:
Gracias del misterio descended a nuestras almas
y hacedlas verdaderamente santas. Amén.
Dulce corazón de María sed la salvación de Rusia,
España, Portugal, Europa (mencionar su país) y del mundo entero.
CUARTO MISTERIO GLORIOSO
La Asunción
Virgen María es asumida al Cielo en cuerpoy alma.
“Desde el principio y antes de los siglos, recibí yo el ser,
y no dejaré de existir en todos los siglos venideros;
y en el Tabernáculo santo ejercité el ministerio mío ante su acatamiento.
Y me arraigué en un pueblo glorioso, y en la porción de mi Dios,
la cual es su herencia; y mi habitación
fué en la plena reunión de los santos.
Y soy la madre del bello amor y del temor,
y de la ciencia y de la santa esperanza.”(Si 24, 14.16.24)
Oremos:
Os ofrecemos, Señor Jesús, esta decena en honor
de la Inmaculada Concepción y triunfante Asunción
de Vuestra Santísima Madre al cielo en cuerpo y alma; y os pedimos
– por estos dos misterios y por su intercesión – una verdadera
devoción para con una Madre tan buena,
la gracia de una muerte feliz y la vida eterna.
Rezamos 1 Padre Nuestro, 10 Ave María, 1 Gloria, Oración de Fátima
Jaculatorias:
Gracias del misterio descended a nuestras almas
y hacedlas verdaderamente santas. Amén.
Dulce corazón de María sed la salvación de Rusia,
España, Portugal, Europa (mencionar su país) y del mundo entero.
QUINTO MISTERIO GLORIOSO
La Coronación
La Santísima Virgen María es coronada como
Reina del Cielo y de la Tierra.
Es la Madre de todos los hombres y la Mediadora de todas las gracias.
“En esto apareció un gran prodigio en el cielo,
una Mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies,
y en su cabeza una corona de doce estrellas.” (Apoc. 12, 1)
“En Mi está toda la gracia para conocer el camino de la verdad;
en Mí toda esperanza de vida y de virtud. El que Me escucha,
jamás tendrá de qué avergonzarse;
y aquellos que se guían por Mi, no pecarán.
Los que Me esclarecen obtendrán la vida eterna.” (Si 24, 25. 30-31)
Oremos:
Os ofrecemos, Señor Jesús,
esta decena en honor de la Coronación
de Vuestra Santísima Madre en el cielo,
como Reina y Señora de todo lo creado; y os pedimos –
por este misterio y por Su intercesión – la perseverancia en la Gracia
y la corona de la gloria.
Os pedimos la misma gracia para todos los justos
y para todos nuestros bienhechores.
Rezamos 1 Padre Nuestro, 10 Ave María, 1 Gloria, Oración de Fátima
Jaculatorias:
Gracias del misterio descended a nuestras almas
y hacedlas verdaderamente santas. Amén.
Dulce corazón de María sed la salvación de Rusia,
España, Portugal, Europa (mencionar su país) y del mundo entero.
Origen
El Rosario a Nuestra Señora de Fátima tiene sus raíces en las apariciones de la Virgen María a tres pastorcitos en Fátima, Portugal, en 1917. Durante estas apariciones, la Virgen enfatizó la importancia del rezo del Rosario para alcanzar la paz mundial y la conversión de los pecadores.
Promesas
La Virgen prometió que quienes recen el Rosario con devoción contribuirán a la conversión de los pecadores y la salvación de las almas. La oración del Rosario es esencial para la obtención de la paz en el mundo, una promesa reiterada por la Virgen durante sus apariciones.
El Rosario a Nuestra Señora de Fátima: Misterios Gloriosos
El Rosario es una devoción mariana profundamente arraigada en la tradición católica, y cuando se combina con las apariciones de Nuestra Señora de Fátima, adquiere un significado aún más poderoso.
En el corazón de Portugal, en la Cova da Iria, la Virgen María se apareció a tres pastorcitos, Lucía, Jacinta y Francisco, durante el año 1917. Entre sus mensajes, la Santísima Madre instó a la recitación del Rosario como un arma poderosa para alcanzar la paz, la conversión y la salvación.