El Rosario a Nuestra Señora de Fatima – Misterios Dolorosos es una oración poderosa que ayuda a alcanzar la paz interior, aumenta nuestra fe y obtiene gracias especiales de Dios y de la Virgen María.
Rezarlo con devoción y atención te ayudará a acercarte más a Dios y a la Virgen María. El Rosario fortalece nuestra fe, ayudándonos a profundizar en los misterios de la vida de Cristo y la Virgen María.
Oración
Oración antes del Rosario
Reina del Santo Rosario,
Tú que Te dignaste venir a Fátima a revelar
a los pastorcitos los tesoros ocultos de la gracia en el Rosario:
Inspira mi corazón con un sincero amor por esta devoción,
para que meditando sobre los Misterios
de nuestra Redención que ellos evocan, pueda enriquecerme
con sus frutos y obtener la paz del mundo, la conversión de los pecadores
y de Rusia y las gracias que Te pido en este Rosario. (Haga aquí su pedido.)
Te lo pido por la mayor gloria de Dios,
por Tu honor y por el bien de las almas,
especialmente por la mía. Amén.
Ofrezco este Rosario para conocer la Verdad y pedir la contrición y el perdón de mis pecados.
Persignarse
Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios Nuestro,
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Rezamos un Credo Niceno
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,engendrado,
no creado,de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;que por nosotros,
los hombres,y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Rezamos un Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo. Santificado sea Tu
nombre. Venga a nosotros Tu reino, hágase Tu voluntad
en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de
cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden y no nos dejes caer en
tentación mas líbranos del mal. Amén.
Se rezan 3 Aves Marías
Rezamos un Ave María
Dios Te salve, María. Llena eres de gracia:
El Señor es contigo. Bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de Tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Rezamos un Gloria al Padre
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en
el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.b Amén.
Oración de Fátima
¡Oh, Jesús mío perdona nuestros pecados,
líbranos del fuego del infierno.
Lleva todas al Cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
PRIMER MISTERIO DOLOROSO
La Agonía de Jesús en el Huerto.
A punto de ser traicionado, Nuestro Señor ora en el Huerto de Getsemaní.
Contempla nuestros pecados por los que ha de morir;
ve aquellos que se han de perder, y suda sangre.
“Se fue según costumbre hacia el monte de los Olivos para orar…
hincadas las rodillas hacía oración…
Y vínole un sudor como de gotas de sangre, que chorreaba hasta el suelo…
iba uno de los doce llamado Judas, que se arrimó a Jesús para besarle.
Y Jesús le dijo: ¡Oh Judas! ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?” (Lucas 22, 39. 41. 44. 47-48)
Oremos:
Os ofrecemos, Señor Jesús,
esta decena en honor de vuestra Agonía mortal
en el Huerto de los Olivos; y os pedimos –
por este misterio y por la intercesión de Vuestra
Santísima Madre – la contrición de nuestros pecados
y la virtud de la obediencia perfecta a Vuestra Santa Voluntad.
Rezamos 1 Padre Nuestro, 10 Ave María, 1 Gloria, Oración de Fátima
Jaculatorias:
Gracias del misterio descended a nuestras almas
y hacedlas verdaderamente santas. Amén.
Dulce corazón de María sed la salvación de Rusia,
España, Portugal, Europa (mencionar su país) y del mundo entero.
SEGUNDO MISTERIO DOLOROSO.
La Flagelación del Señor.
Jesús está amarrado a un pilar
y es cruelmente flagelado por nuestros pecados de impureza.
“Tomó entonces Pilatos a Jesús, y mandó azotarle.” (Juan 19, 1)
“Siendo así que por causa de nuestras iniquidades
fue él llagado, y despedazado por nuestras maldades;
el castigo de que debía nacer nuestra paz con Dios,
descargó sobre él, y con Sus cardenales fuimos nosotros curados.” (Isaías 53, 5)
Oremos:
Os ofrecemos, Señor Jesús, esta decena en honor de Vuestra
cruel Flagelación; y os pedimos –
por este misterio y por la intercesión
de Vuestra Santísima Madre – la mortificación perfecta de nuestros sentidos.
Rezamlos 1 Padre Nuestro, 10 Ave María, 1 Gloria, Oración de Fátima
Jaculatorias:
Gracias del misterio descended a nuestras almas
y hacedlas verdaderamente santas. Amén.
Dulce corazón de María sed la salvación de Rusia,
España, Portugal, Europa (mencionar su país) y del mundo entero.
TERCER MISTERIO DOLOROSO. La Coronación de Espinas.
Se burlan de Jesús y lo coronan de espinas.
“Y desnudándole, le cubrieron con un manto de grana.
Y entretejiendo una corona de espinas, se la pusieron sobre la cabeza,
y una caña en su mano derecha; y con la rodilla hincada
en tierra le escarnecían diciendo: Dios te salve,
Rey de los judíos. Y escupiéndole, tomaban la caña
y le herían en la cabeza. Y después que así se mofaron de él,
le quitaron el manto, y habiéndole puesto otra vez sus propios vestidos,
le sacaron a crucificar.” (Mateo 27, 28-31)
Oremos:
Os ofrecemos, Señor Jesús, esta tercera decena
en honor de Vuestra Coronación de espinas; y os pedimos –
por este misterio y por la intercesión de Vuestra Santísima Madre –
un gran desprecio del mundo.
Rezamos 1 Padre Nuestro, 10 Ave María, 1 Gloria, Oración de Fátima
Jaculatorias:
Gracias del misterio descended a nuestras almas
y hacedlas verdaderamente santas. Amén.
Dulce corazón de María sed la salvación de Rusia,
España, Portugal, Europa (mencionar su país) y del mundo entero.
CUARTO MISTERIO DOLOROSO.
Jesús lleva su Cruz al Calvario.
Jesús, condenado a muerte, lleva la cruz hasta el Calvario.
“Díceles Pilatos: ¿A vuestro rey tengo yo de crucificar?
Respondieron los pontífices: No tenemos rey, sino a César.
Entonces se Le entregó para que le crucificasen. Apoderáronse,
pues, de Jesús y Le sacaron fuera.
Y llevando Él mismo a cuestas Su cruz,
fue caminando hacia el sitio llamado
el Calvario, y en hebreo Gólgota.” (Juan 19, 15-17)
Oremos:
Os ofrecemos, Señor Jesús, esta decena en honor de
Vuestra Cruz a cuestas camino del Calvario; y os pedimos
– por este misterio y por la intercesión de Vuestra Santísima
Madre – la paciencia en todas nuestras cruces siguiendo
vuestras huellas todos los días de nuestra vida.
Rezamos 1 Padre Nuestro, 10 Ave María, 1 Gloria, Oración de Fátima
Jaculatorias:
Gracias del misterio descended a nuestras almas
y hacedlas verdaderamente santas. Amén.
Dulce corazón de María sed la salvación de Rusia,
España, Portugal, Europa (mencionar su país) y del mundo entero.
QUINTO MISTERIO DOLOROSO.
La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.
Jesús es crucificado y sufre clavado a la cruz durante tres horas.
Muere para salvarnos del infierno. “… le crucificaron,
y con él a otros dos, uno a cada lado, quedando Jesús en medio.
Escribió asimismo Pilatos un letrero, y púsole sobre la cruz.
En él estaba escrito: Jesús Nazareno, Rey de los Judíos.” (Juan 19, 18-19)
“Era ya casi la hora de sexta;
y las tinieblas cubrieron toda la tierra
hasta la hora de nona. El sol se oscureció;
y el velo del templo se rasgó por medio.
Entonces Jesús clamando con una voz muy grande,
dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Y diciendo esto, expiró.” (Lucas 23, 44-46)
Oremos:
Os ofrecemos, Señor Jesús, esta decena en honor de Vuestra
Crucifixión y Muerte ignominiosa en el Calvario;
y os pedimos – por este misterio y la intercesión de Vuestra Santísima Madre –
la conversión de los pecadores, la perseverancia de
los justos y el alivio de las almas del Purgatorio.
Rezamos 1 Padre Nuestro, 10 Ave María, 1 Gloria, Oración de Fátima
Jaculatorias:
Gracias del misterio descended a nuestras almas y hacedlas verdaderamente santas. Amén.
Origen
El Rosario tiene sus raíces en las apariciones de la Virgen María en Fátima, Portugal, en 1917. Durante estas apariciones, la Virgen se apareció a tres pastorcitos, Lucía, Francisco y Jacinta, y les pidió que rezaran el Rosario diariamente por la paz en el mundo y la conversión de los pecadores. La Virgen de Fátima subrayó la importancia del Rosario como medio para obtener la gracia y la misericordia de Dios.
Promesas
La Virgen prometió que quienes recen el Rosario con devoción contribuirán a la conversión de los pecadores y la salvación de las almas. La oración del Rosario es esencial para la obtención de la paz en el mundo, una promesa reiterada por la Virgen durante sus apariciones.
Los Misterios Dolorosos del Rosario a Nuestra Señora de Fátima
La devoción al rezo del Rosario a Nuestra Señora de Fátima es una práctica profundamente arraigada en la fe católica. Entre los cinco misterios del Rosario, los Misterios Dolorosos ocupan un lugar especial, pues nos invitan a reflexionar sobre el sufrimiento y la pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
La Virgen María, en sus apariciones en Fátima en 1917, hizo hincapié en la importancia del rezo del Rosario y la meditación de sus misterios. Los Misterios Dolorosos, en particular, nos ayudan a unirnos espiritualmente a la cruz de Cristo y a comprender la profundidad del amor de Dios por la humanidad.