Nuestro poderoso San José intercede por todos aquellos que enfrentan desafíos y tribulaciones, brindándonos paz interior y fortaleza para superarlos.
Durante este Quinto día de la Novena a San José le pedimos sabiduría para tomar decisiones acertadas, siguiendo la voluntad de Dios. Recurrimos a él en momentos de necesidad, ya sea por problemas personales, familiares o espirituales. San José escucha y responde a nuestras peticiones con su intercesión ante nuestro gran Pade Todopoderoso Dios.
Oración
Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos Señor Dios Nuestro,
en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Pedimos perdón al Señor por nuestras faltas, y la intercesión de San José para alcanzar las gracias solicitadas.
Padre bueno, que me das la vida y deseas nuestra salvación,
vengo a tus pies, cansado del camino, apenado por mis pecados,
y necesitado de tu auxilio. Reconozco haber faltado contra tu amor
y el amor a los hombres. Te pido por la intercesión de San José,
del amor de nuestra Madre la Virgen María y de tu Hijo Jesús, mi Salvador, que perdones mis pecados,
y me guíes para vivir en tu amistad. Amén.
Oración Inicial para todos los días
San José, tu poder sabe hacer posibles las cosas imposibles,
ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad.
Toma bajo tu protección las situaciones tan graves y difíciles que te confío,
para que tengan una buena solución. (Se hace la Petición)
Mi amado Padre, toda mi confianza está puesta en ti.
Que no se diga que te haya invocado en vano y,
como puedes hacer todo con Jesús y María,
muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén
Quinto día: La Bendición de Simeón
Había en Jersusalén un hombre muy bueno y piadoso llamado Simeón. Vino al templo inspirado por el espíritu, cuando los padres traían al niñito para cumplir con él los mandatos de la Ley. Simeón lo tomo en brazos y bendijo a Dios. Su padre y su madre estaban maravillados por todo lo que decía Simeón del Niño. Lucas Capítulo 2 Versículos 25, 27 y 28.
Comentarios
Aquel día oí a un hombre sabio hablar maravillas sobre nuestro hijo, escuché atento y admirado todo lo que decía y comprendí que Jesús aún tan chiquito podía revelarse a todos.
Por mas que creas conocer a Jesús nunca pierdas el poder de maravillarte ante lo que de él se te revela. Muchas personas están llenas de sabiduría y saben sembrar en nuestro corazón la semilla del amor de Jesús
Promesas
San José hizo tres promesas a aquellos que rezan su Novena:
- Les concederá todo lo que le pidan con fe y confianza.
- Los protegerá de todo peligro, tanto físico como espiritual.
- Les ayudará a alcanzar una muerte santa y feliz.
Origen
La Novena a San José se originó en la época colonial en España y América Latina. Se popularizó como una forma de preparación espiritual para la fiesta de San José, que se celebra el 19 de marzo.
El quinto día de la Novena a San José: La Bendición de Simeón
En el día 5 de la Novena a San José, nos encontramos con un episodio conmovedor en la historia de la infancia de Jesús. En este día, recordamos la bendición que recibió el niño Jesús de manos de un hombre piadoso llamado Simeón en el templo de Jerusalén.
Este relato nos invita a reflexionar sobre la importancia de maravillarnos ante lo que Jesús puede revelarnos, incluso en las situaciones más simples y cotidianas de nuestra vida. A veces, podemos creer que conocemos bien a Jesús y entendemos su mensaje, pero es crucial mantenernos abiertos a nuevas revelaciones y sorpresas.
La figura de Simeón nos enseña que la sabiduría y el conocimiento espiritual pueden provenir de personas sencillas y piadosas que han sido tocadas por el Espíritu Santo. A través de la bendición de Simeón en esta novena a San Jose día 5, comprendemos que el amor de Jesús puede ser sembrado en nuestros corazones por medio de aquellos que nos rodean y nos transmiten su sabiduría espiritual.