A través de esta maravillosa oración María Virgen Inmaculada de Santa Faustina enfatizamos el papel intercesor de nuestra Virgen María, confirmando que todas las gracias y bendiciones divinas llegan a través de sus manos.
Al reconocer la profunda humildad de nuestra amada Virgen María, somos invitados a desarrollar esta virtud en nuestras propias vidas, aspirando a una mayor santidad.
Oración
Oh María, Virgen Inmaculada,
Puro cristal para mi corazón,
Tú eres mi fuerza, oh ancla poderosa,
Tú eres el escudo y la defensa para el corazón débil.
Oh María, Tú eres pura e incomparable,
Virgen y Madre a la vez,
Tú eres bella como el sol, sin mancha alguna,
Nada se puede comparar con la imagen de Tu alma.
Tu belleza encantó el ojo del tres veces Santo,
Ybajó del cielo, abandonando el trono de la sede eterna,
Ytomó el cuerpo y la sangre de Tu Corazón,
Durante nueve meses escondiéndose en el Corazón de la Virgen.
Oh Madre, Virgen, nadie comprenderá,
Que el inmenso Dios se hace hombre,
Sólo por amor y por su insondable misericordia,
Através de Ti, oh Madre, viviremos con Él eternamente.
Oh María, Virgen Madre y Puerta Celestial,
Através de Ti nos ha llegado la salvación,
Todas las gracias brotan para nosotros
através de Tus manos,
Yme santificará solamente un fiel seguimiento de Ti.
Oh María, Virgen, Azucena más bella,
Tu Corazón fue el primer tabernáculo para Jesús en la tierra,
Yeso porque Tu humildad fue la más profunda,
Ypor eso fuiste elevada por encima de los coros de los
ángeles y de los santos.
Oh María, dulce Madre mía,
Te entrego el alma, el cuerpo y mi pobre corazón,
Sé [tú] la custodia de mi vida,
Yespecialmente en la hora de la muerte, enelúltimo combate (Diario, 161).
Origen
Santa Faustina Kowalska, una monja polaca del siglo XX, es conocida por su devoción a la Divina Misericordia y sus escritos espirituales, especialmente su «Diario: La Divina Misericordia en mi alma». La oración a María Virgen Inmaculada se encuentra en la entrada número 161 de este diario. Santa Faustina escribió esta oración como una expresión de su profunda devoción y amor hacia la Virgen María, reflejando su propia espiritualidad y sus experiencias místicas.
Promesas
Al invocar a María como escudo y ancla, obtenemos la promesa de protección espiritual contra el mal y las adversidades. Reconociendo a María como la «Puerta Celestial» y el medio a través del cual llega la salvación, hay una implícita promesa de guía hacia la vida eterna en unión con Dios.
Oración a la Virgen Inmaculada de Santa Faustina: Un llamado a la devoción y la protección materna
La Oración a la Virgen Inmaculada, recibida en una visión por Santa Faustina Kowalska, es un tesoro espiritual que invita a los creyentes a profundizar en su relación con la Madre de Dios. Esta bella plegaria, que forma parte del Diario espiritual de Santa Faustina, refleja la profunda devoción y el amor de esta mística polaca hacia la Virgen María.
En esta oración, Santa Faustina expresa magistralmente los atributos y las gracias de la Madre Inmaculada. La describe como «puro cristal para mi corazón», «ancla poderosa» y «escudo y defensa para el corazón débil», reconociendo en ella una fuente inagotable de fortaleza y protección. La Virgen María es celebrada como «pura e incomparable», «bella como el sol» y la única capaz de albergar en su seno al Dios hecho hombre.
Más allá de la belleza poética de la oración, se destaca la promesa de que a través de la intercesión de la Virgen Inmaculada, «todas las gracias brotan para nosotros» y que solo a través de un «fiel seguimiento» de ella, el alma podrá ser santificado. La oración también revela el misterio de la Encarnación, donde el «inmenso Dios se hace hombre» por amor y misericordia, y nos asegura que a través de la Madre llegaremos a vivir eternamente con Él.