El Noveno día de la Novena de los Aguinaldos al Niño Dios nos invita a contemplar y adorar al recién nacido Jesús. Esta adoración profunda nos ayuda a fortalecer la conexión espiritual con Dios y fomentar una actitud de reverencia y gratitud.
El hecho de que el Niño Jesús nazca en una gruta pobre y humilde, rodeado de animales y visitado por pastores, resalta la humildad divina. Este día puede recordarnos la importancia de la humildad en nuestra vida espiritual y alentarnos a buscar la grandeza en la sencillez y la humildad.
Oración
Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos Señor Dios Nuestro,
en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Rezamos un Pésame
Pésame, Dios mío,
y me arrepiento de todo corazón
de haberos ofendido.
Pésame por el infierno que merecí
y por el cielo que perdí
pero mucho más me pesa,
porque pecando ofendí
a un Dios tan bueno
y tan grande como Vos.
Antes querría haber muerto
que haberos ofendido;
y propongo firmemente no pecar más
y evitar todas las ocasiones
próximas de pecado. Amén.
Noveno Día
La noche ha cerrado del todo en las campiñas de Belén. Desechados por los hombres y viéndose sin abrigo, María y José han salido de la inhospitalaria población, y se han refugiado en una gruta que se encontraba al pie de una colina. Seguía a la Reina de los Ángeles el jumento que le había servido de cabalgadura durante el viaje y en aquella cueva hallaron un manso buey, dejado ahí probablemente por alguno de los caminantes que había ido a buscar hospedaje en la ciudad. El Divino Niño, desconocido por sus criaturas racionales, va a tener que acudir a los irracionales para que calienten con su tibio aliento la atmósfera helada de esa noche de invierno y le manifiesten con su humilde actitud, el respeto y la adoración que le había negado Belén.
La rojiza linterna que José tiene en la mano ilumina tenuemente ese pobrísimo recinto, ese pesebre lleno de paja, que es figura profética de las maravillas del altar y de la íntima y prodigiosa unión eucarística que Jesús ha de contraer con los hombres. María está en adoración en medio de la gruta, y así van pasando Pero ha llegado la media noche y de repente, vemos dentro de ese pesebre poco antes vacío, al Niño Dios esperado, vaticinado, deseado durante cuatro mil años con tan inefables anhelos.
A sus pies se postra su Santísima Madre, en los transportes de una adoración de la cual nada puede dar idea. José también se le acerca y le rinde el homenaje con que inaugura su misterioso e imponderable oficio de padre adoptivo del Redentor de los hombres.
La multitud de ángeles que desciende del cielo a contemplar esa maravilla sin par, deja estallar su júbilo y hace vibrar en los aires las alegrías de ese GLORIA IN EXCELSIS, que es el eco de la adoración que se produce en torno al trono del Altísimo y se hace perceptible por un instante a los oídos de la pobre tierra. Convocados por ellos vienen en tropel los pastores de la comarca a adorar al «recién nacido» y a presentarle sus humildes ofrendas.
Ya brilla en Oriente la misteriosa estrella de Jacob; y ya se pone en marcha hacia Belén la caravana espléndida de los Reyes Magos, que dentro de pocos días vendrán a depositar a los pies del Divino Niño el oro, el incienso y la mirra, que son símbolos de la caridad, de la oración y de la mortificación.
¡Oh adorable Niño! Nosotros también, los que hemos hecho esta novena para prepararnos al día de vuestra Navidad, queremos ofreceros nuestra pobre adoración; no la rechacéis; venid a nuestras almas, venid a nuestros corazones llenos de amor. Encended en ellos la devoción a vuestra Santa Infancia, no intermitente y sólo circunscrita al tiempo de vuestra Navidad, sino siempre y en todos los tiempos; devoción que fiel y celosamente propagada nos conduzca a la vida eterna, librándonos del pecado y sembrando en nosotros todas las virtudes cristianas.
Promesas
- Alcanzar la gracia de la conversión: Se pide por la gracia de la conversión, para alejarse del pecado y acercarse a Dios.
- Protección y bendición del Niño Dios: El Niño Dios protege y bendice a quienes lo veneran con fe y devoción.
- Paz y consuelo en momentos difíciles: Se invoca la paz y el consuelo del Niño Dios en momentos de dificultad y sufrimiento.
Origen
Las raíces del Noveno Día de la Novena al Niño Dios se remontan a la época colonial en Latinoamérica, particularmente en México y Perú. Se desarrolló como una práctica devocional popular, combinando elementos de la tradición católica con la cultura local. Con el tiempo, se extendió a otras regiones del mundo donde se venera al Niño Dios.
Noveno Día de la Novena al Niño Dios: Un encuentro de amor y esperanza
El Noveno Día de la Novena al Niño Dios marca un momento culminante en este camino de preparación espiritual para la celebración del nacimiento de Jesús. Es un día de profunda devoción, donde la mirada se centra en la tierna figura del Niño Dios en el pesebre de Belén.