El octavo día de la Novena a la Divina Misericordia es un día especial en la devoción, en el que los creyentes tienen la oportunidad de profundizar su conexión con la divina misericordia
Al abrir nuestros corazones y suplicar la misericordia de Dios, podemos experimentar su gracia abundante y sanadora, que nos ayuda a superar nuestra tibieza y nos guía hacia una mayor entrega a su amor y voluntad.
Oración
“Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños, y sumérgelas en mi misericordia. Éstas son las almas más parecidas a mi Corazón. Ellas me proporcionaron fortaleza durante mi amarga Agonía, ya que las veía como ángeles terrenales, velando junto a mis Altares. Derramo sobre ellas un torrente de gracias porque sólo el alma humilde es capaz de recibir mi gracia. Es a las almas humildes a las que concedo mi Confianza.”
Misericordiosísimo Jesús, que dijiste: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”.
Acoge en el seno de tu Corazón desbordante de piedad,
a todas las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños.
Estas almas son las delicias de las legiones celestiales
y las preferidas del Padre Eterno que muy particularmente se recrea en ellas,
Son como un ramillete de florecillas que despiden
su perfume ante el trono de Dios,
y el mismo Dios se embriaga con su fragancia.
Ellas encuentran abrigo perenne en tu piadosísimo Corazón,
oh, Jesús, y entonan incesantemente himnos de amor y de gloria.
Padre eterno, vuelve tu mirada llena de misericordia hacia las almas mansas,
hacia las almas humildes y hacia las almas de los niños pequeños
acurrucadas en el seno del Corazón de Jesús rebosante se piedad.
Estas almas son las que se asemejan más a tu Hijo.
Su fragancia asciende desde la tierra hasta alcanzar tu trono,
Señor y Padre de misericordia y de bondad Suprema,
te suplico bendigas a toda la humanidad por el amor
que te inspiran estas almas y el gozo que te proporcionan,
para lograr que todas las almas entonen a la vez,
las alabanzas que se merece tu misericordia
por los siglos de los siglos. Amén. (Diario lll, 61-62)
Promesas
Jesús ha prometido conceder gracias especiales a quienes recen la Novena a la Divina Misericordia con fe y confianza. también ha prometido consolar a los afligidos que recen la Novena a la Divina Misericordia.
Origen
La Novena a la Divina Misericordia se basa en las revelaciones privadas de Jesús a Santa Faustina Kowalska, una monja polaca del siglo XX. Durante estas revelaciones, Jesús le pidió a Santa Faustina que propagara la devoción a su Divina Misericordia y estableciera.
El poder transformador del Día 8 de la Novena a la Divina Misericordia
Dentro de la devoción católica, la Novena a la Divina Misericordia es un camino espiritual que lleva a los creyentes a sumergirse en el infinito amor y compasión de Dios. Cada día de esta novena tiene un enfoque particular, y el Día 8 destaca como un momento poderoso de sanación y confianza en la misericordia divina. En esta etapa de la novena, los fieles tienen la oportunidad de experimentar la sanación interior y fortalecer su confianza en el amor incondicional de Dios.