Realizar las Letanías Misioneras aviva nuestro espíritu de oración por las misiones y sus necesidades. También nos invita a reflexionar sobre la responsabilidad de ser discípulos misioneros y compartir la fe con el mundo.
Señor, ten piedad de nosotros Señor, ten piedad de nosotros
Jesucristo, ten piedad de nosotros
Jesucristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Jesucristo óyenos.
Jesucristo óyenos.
Jesucristo escúchanos.
Jesucristo escúchanos.
Dios Padre que quieres que todos nos salvemos, Ten piedad de nosotros
Dios hijo redentor del mundo, que sufriste muerte de cruz por toda la humanidad. Ten piedad de nosotros
Dios Espíritu Santo, que atraes a la humanidad al conocimiento de la verdad. Ten piedad de nosotros
Santa María Reina de las Misiones. Ruega por el mundo
San Pedro. Ruega por el mundo
San Pablo. Ruega por el mundo
San Francisco Xavier. Ruega por el mundo
Santa Teresita del Niño Jesús. Ruega por el mundo
San Marcos. Ruega por África
San Agustín. Ruega por África
Venerable Carlos de Foucald. Ruega por África
Santos Mártires de Uganda. Rogad por África
Beata Clementina Anaurite. Ruega por África
San Andrés. Ruega por Asia
Santo Tomas. Ruega por Asia
San Juan Brito. Ruega por Asia
Santos Mártires de Corea. Rogad por Asia
Beatos y Santos Mártires de China y Japón. Rogad por Asia
Santa Rosa de Lima. Ruega por América
San Martín de Porres. Ruega por América
Santos Mártires Mexicanos. Rogad por América
San Juan Diego. Ruega por América
San Felipe de Jesús. Ruega por América
San Pedro Claver. Ruega por América
Beato Daniel Comboni. Ruega por Europa
Beato Guido María Conforti. Ruega por Europa
San Bonifacio de Alemania. Ruega por Europa
San Agustín de Cantabria. Ruega por Europa
San Leandro de Sevilla. Ruega por Europa
San Pedro de Chanel. Ruega por Oceanía
Padre Damián de Hancy. Ruega por Oceanía
Estrella del Mar. Ruega por Oceanía
Beatos y Santos de las Innumerables Islas. Rogad por Oceanía
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Perdónanos, Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Ten misericordia de nosotros.
Rezamos por el Papa
Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita.
Rezamos la oración a San Miguel Arcangel
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha.
Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio.
Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica.
Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo
para la perdición de las almas. Amén.
María, Reina de la Naciones, Ruega por nosotros
Con esta letanías misionera se obtiene un aumento de la fe, el amor a Dios y al prójimo, y un mayor compromiso con la misión evangelizadora.
No se tiene una fecha precisa ni un autor conocido. Se cree que se originaron en el siglo XIX en el contexto del movimiento misionero. Se han adaptado y enriquecido con el tiempo, incluyendo invocaciones a nuevos santos misioneros.
La fe y el compromiso misionero han sido pilares fundamentales en la historia de la Iglesia católica, y la Letanía Misionera ha desempeñado un papel crucial en la promoción de la misión evangelizadora en todo el mundo.