San Miguel Arcángel es conocido como el «príncipe de la milicia celestial» y protector contra el mal. Rezar la letanía a San Miguel Arcángel puede ayudarte a obtener su protección contra enemigos espirituales y terrenales.
Rezar a San Miguel te da la fuerza para superar obstáculos y dificultades en tu vida, también te ayuda a mantenerte firme en tu fe y a luchar contra el pecado.
Oración
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de los Ángeles, ruega por nosotros.
San Miguel, ruega por nosotros.
Tú, cuyo nombre es un relámpago, ruega por nosotros.
Tú, cuyo nombre es un himno a Dios, ruega por nosotros.
Serafín del incensario de oro, ruega por nosotros.
Elevada llama de amor divino, ruega por nosotros.
Perfecto adorador de Dios, ruega por nosotros.
Modelo de sumisión amorosa, ruega por nosotros.
Modelo de pronta obediencia, ruega por nosotros.
Leal servidor de Dios, ruega por nosotros.
Primer heraldo de la verdad, ruega por nosotros.
Primer defensor de la fe, ruega por nosotros.
Primer testigo de Dios, ruega por nosotros.
Instigador de la lucha contra Satanás, ruega por nosotros.
Ángel apóstol de los ángeles, ruega por nosotros.
Celador del Reino de Dios, ruega por nosotros.
Primer defensor de la justicia, ruega por nosotros.
Primer vengador del buen derecho, ruega por nosotros.
Abogado nuestro, ruega por nosotros.
Portador de las llaves del abismo, ruega por nosotros.
Tú que encadenas a Satanás, ruega por nosotros.
Justiciero de Dios, ruega por nosotros.
Portaestandarte de la Trinidad, ruega por nosotros.
Guerrero de armas de luz, ruega por nosotros.
Espada de Dios, ruega por nosotros.
Terror de los traidores y de los perjuros, ruega por nosotros.
Terror de los orgullosos demonios, ruega por nosotros.
Centella de Dios, ruega por nosotros.
Tú que llevas las siete estrellas, ruega por nosotros.
Vencedor de la primera guerra, ruega por nosotros.
Virrey de los ejércitos de Dios, ruega por nosotros.
Inspirador de valentía, ruega por nosotros.
Tú que guerreas por el mundo, ruega por nosotros.
Defensor de los hijos de Dios, ruega por nosotros.
Ángel que vale por mil ejércitos, ruega por nosotros.
Esperanza de los combatientes, ruega por nosotros.
Intrépido soldado de Dios, ruega por nosotros.
Refuerzo dado a las justas causas, ruega por nosotros.
Liberador de los oprimidos, ruega por nosotros.
Caballero de Dios, ruega por nosotros.
Angel de los pastores de Navidad, ruega por nosotros.
Angel de Cristo en agonía, ruega por nosotros.
Ángel de la aurora pascual, ruega por nosotros.
Consejero de Constantino, ruega por nosotros.
Guerrero del castillo del Santo Ángel,
Protector de la unidad católica de España y de las Naciones Hispanoamericanas, ruega por nosotros.
Cantor de los gozos marianos, ruega por nosotros.
Espejo del Altísimo, ruega por nosotros.
Ángel vicario del Verbo, ruega por nosotros.
Protector de la Iglesia militante, ruega por nosotros.
Consolador de la Iglesia purgante, ruega por nosotros.
Honor de la Iglesia triunfante, ruega por nosotros.
Tú, que recibes la confesión de nuestros pecados, ruega por nosotros.
Tú, a quien la Iglesia implora en nuestra última hora, ruega por nosotros.
Tú, cuya potente voz despertará a los muertos, ruega por nosotros.
Introductor de las almas al cielo, ruega por nosotros.
Asistente de Cristo en el Gran Día, ruega por nosotros.
Heraldo de las sentencias eternas, ruega por nosotros.
Precantor de las alabanzas divinas, ruega por nosotros.
El más elevado de los serafines, ruega por nosotros.
Príncipe de los nueve coros de Angeles, ruega por nosotros.
Promesas
San Miguel Arcángel, como protector celestial, ofrece defensa contra las fuerzas del mal, tentaciones y peligros. Esta Letanía a San Miguel Arcángel atribuye la capacidad de brindar fortaleza espiritual para superar obstáculos, dificultades y mantener la fe, se considera una poderosa herramienta para solicitar la intercesión de San Miguel ante Dios por necesidades e intenciones específicas.
Origen
La Letanía a San Miguel Arcángel tiene sus raíces en las primeras tradiciones litúrgicas de la Iglesia, especialmente en Oriente. Ya en el siglo IV, encontramos himnos y oraciones que invocaban a San Miguel como protector y defensor. La invocación «San Miguel Arcángel, ruega por nosotros» se utilizaba en la liturgia bizantina desde el siglo VI. Se reza en diferentes contextos, como la liturgia, la oración personal y las devociones a San Miguel.
Esta Letanía a San Miguel Arcángel blinda tu alma contra las tinieblas
La batalla invisible es real. Enfrentamos dudas, tentaciones, fuerzas que desean desviarnos del camino recto. Pero no estamos solos. En el ejército celestial, San Miguel Arcángel se alza como un poderoso guerrero, y la Letanías de San Miguel Arcángel que lleva su nombre es un arma de luz en nuestras manos.
En medio de la tormenta, la Letanías de San Miguel Arcángel nos ofrece un ancla de serenidad. Al invocar a San Miguel, pedimos su intercesión para calmar las inquietudes y encontrar la paz que tanto anhelamos. La letanía a San Miguel no requiere condiciones especiales. Es una Letanías a San Miguel Arcángel sencilla, accesible a todos, que se puede rezar en cualquier momento y lugar. Solo necesitas un corazón abierto y la disposición de invocar la ayuda del poderoso arcángel.
Toma la Letanías a San Miguel Arcángel como tu arma, eleva tu voz con fe y deja que la luz de San Miguel te guíe en tu camino. Recuerda, ¡en la lucha espiritual, no estás solo!