La Festividad del Santo Ángel de la Guarda nos recuerda la importancia de agradecer a Dios por su protección y cuidado.
Los ángeles de la guarda nos defienden contra el demonio y las tentaciones, ayudándonos a resistir el mal y a seguir el camino de la virtud. Nuestro Ángel de la Guarda puede influir positivamente en nuestra vida, guiándonos hacia la conversión y la vida en gracia.
Oración
«El Altísimo mandó a sus ángeles que cuidasen de ti; los cuales te guardarán en cuantos pasos dieres; te llevarán en sus manos; no sea que tropiece tu pie contra la piedra.»
- Admira la bondad de Dios que ha destinado a un príncipe de su corte a que vele sobre tu conducta. Tu ángel de la guarda día y noche se mantiene a tu lado; te defiende contra el demonio y las tentaciones; te inspira santos pensamientos; te desvía del mal; intercede por ti ante Dios. Agradece a Dios la bondad que te demuestra al darte un conductor tan fiel y tan caritativo, y ve en esta gracia una prueba de la estima que tiene de tu alma. Agradece a tu ángel custodio por los servicios que te presta; pídele los continúe hasta tu muerte.
- Ten profundo respeto por tu ángel y demuéstraselo todos los días con alguna oración. No mal trates, no escandalices a nadie; acuérdate de la palabra del Señor que te prohíbe escandalizar a los pequeñuelos, porque sus ángeles ven siempre el rostro de su Padre. Estos ángeles vengarán el daño que hicieres a quienes están a su cuidado. Si trabajas por convertir a algún pecador, ruega a su ángel custodio que te ayude. Honra a tu ángel de la guarda. No hagas en su presencia lo que no harías en presencia de una persona respetable (San Bernardo).
- Considera a tu ángel custodio como al mejor amigo que tienes en este mundo. Él es fiel, no te abandonará en tus necesidades. Está infinitamente iluminado, consúltalo en tus dudas: no te engañará. Es poderoso para socorrerte: tiene más poder, más inteligencia y más fuerza que los hombres en quienes pones tu confianza. Escucha lo que te inspira. ¡Ah! si tuvieses un poco de fe, nada temerías, sabiendo que tu ángel está contigo.
Oración
Oh Dios, que, por inefable providencia,
os dignáis enviar a vuestros Santos Ángeles para que nos guarden,
conceded a nuestras humildes súplicas la gracia
de ser sostenidas por su protección, y el gozo
de ser en la eternidad los compañeros de su gloria
Por Jescucristo nuestro Señor. Amén.
Promesas
Según el Salmo 90, versículo 11-12, Dios ha enviado a sus ángeles para cuidar y proteger a las personas en todos sus caminos, evitando que tropiecen y sufran daño. Cada persona tiene asignado un ángel de la guarda que la acompaña desde el nacimiento hasta la muerte. Estos ángeles son fieles compañeros que velan por nosotros, nos inspiran pensamientos santos, nos alejan del mal y actúan como intercesores ante Dios.
Origen
La festividad de los Santos Ángeles de la Guarda fue establecida por la Iglesia con el propósito de recordar y agradecer a Dios por el don de los ángeles de la guarda y por la protección que brindan a cada individuo. Es una ocasión para honrar y mostrar respeto a estos seres espirituales que nos acompañan en nuestro camino terrenal.
La Festividad del Santo Ángel de la Guarda: Una celebración de protección Divina y guía celestial
La Festividad del Santo Ángel de la Guarda, celebrada el 2 de octubre, es una ocasión especial en la tradición católica para honrar y agradecer a Dios por el don de los ángeles de la guarda. Es un recordatorio de la presencia constante de estos seres espirituales en nuestras vidas, brindándonos protección divina y guía celestial.
El Altísimo, en su infinita bondad, ha encomendado a los ángeles la tarea de cuidar y proteger a cada persona en su camino por la vida. Según el Salmo 90, versículo 11-12, Dios ha mandado a sus ángeles para que nos guarden en todos nuestros pasos, evitando que tropiecen nuestros pies contra la piedra. Estos ángeles de la guarda son fieles compañeros que nos acompañan desde el momento de nuestro nacimiento hasta nuestra muerte.
La festividad del Santo Ángel de la Guarda nos recuerda los beneficios y promesas asociados con la protección divina que recibimos a través de nuestros Santos ángeles custodios. Estos beneficios incluyen la defensa contra el demonio y las tentaciones, la inspiración de pensamientos santos, la desviación del mal y la intercesión ante Dios en nuestro nombre. Además, los ángeles de la guarda pueden influir positivamente en nuestras vidas, ayudándonos en el camino de la conversión y guiándonos hacia la vida en gracia.