Durante el cuarto domingo en honor a San José se le puede pedir a San José por intercesión en necesidades específicas, especialmente relacionadas con la familia, el trabajo o la salud.
Se le pide a San José por intercesión en necesidades específicas, especialmente relacionadas con la familia, el trabajo o la salud. San José es un modelo de padre y esposo, por lo que se le pide que ayude a fortalecer la vida familiar.
Oración
Oración Inicial
San José, guardián de Jesús y Casto esposo de María:
empleaste toda tu vida en el perfecto cumplimiento de tu deber,
mantuviste a la Sagrada Familia de Nazaret
con el trabajo de tus manos.
Protege bondadosamente a los que se vuelven confiadamente a ti.
Tú conoces sus aspiraciones y sus esperanzas.
Ellos se dirigen a ti porque saben que tú
los comprendes y proteges.
Tú también supiste de pruebas, cansancio y trabajo.
Pero, aún dentro de las preocupaciones materiales de la vida,
tu alma estaba llena de profunda paz y llena de verdadera alegría,
debido al íntimo trato que gozaste con el Hijo de Dios
que te fue confiado a ti y a la vez a María, su tierna Madre. Amén.
4⁰ Dolor y Gozo
La Presentación del Niño Jesús en el Templo, ofreciendo un par de tórtolas o dos palomas.
San José dice:
Agosto 4/2009 (7:00 am).
Pasados cuarenta días, desde el nacimiento de Jesús, fuimos al templo para ofrecerlo a Dios, como manda la ley. Un cortejo de santos Ángeles nos acompañaban porque llevábamos en nuestros brazos al Hijo de Dios, al Rey de reyes, el Señor de señores.
El Cielo quedaba estupefacto ante tan hermosa procesión; la naturaleza entera se inclinaba para rendirle sentidos homenajes de adoración; homenajes porque el Mesías, el Dios esperado se encontraba en el pórtico del templo presto para su ofrecimiento; homenajes en los que la profetiza Ana y el anciano Simeón quedaron extasiados de amor divino ante su presencia; presencia que los llevó a la más profunda oración contemplativa, porque al fin, después de mucho esperar pudieron admirar la grandeza de Dios, pudieron apreciar a Jesús el hijo de una humilde aldeana y de un sencillo carpintero.
Un gran dolor se clavó en mi corazón al escuchar las palabras del anciano Simeón; palabras que aducían que este Niño estaba destinado para ruina y resurrección de muchos en Israel; palabras que aducían que sería el blanco de contradicción de los hombres y que una espada atravesaría el Inmaculado Corazón de María junto con su alma.
Este inmenso dolor se mezcló con un gran gozo, gozo de saber que así sería redimido el mundo; gozo de conocer, por anticipado, la misión del Emmanuel, Dios con nosotros; gozo de comprender con mayor claridad el gran misterio que veían mis ojos; gozo de entender que a través de Jesús de Nazaret la humanidad entera sería salvada; gozo de poderle amar con amor de padre y de poderle adorar como al Dios Uno y Trino.
Hijo mío: ven también al templo y ofrécele a Dios un par de tórtolas, las tórtolas de tus sacrificios, las tórtolas de tu consagración al Señor, consagración que te llevará a repudiar las cosas del mundo y apreciar las del Cielo. Consagración que te moverá a la consecución de la santidad. Consagración que te conducirá a caminar por los senderos y atajos que te llevan al Cielo. Consagración que te motivará a permanecer en el templo de Dios
esperando su segunda venida.
Oración Final
¡Oh! San José, cuya protección es tan grande,
tan poderosa y eficaz ante el Trono de Dios,
en tus manos entrego todos mis intereses y mis deseos.
¡Oh! San José, asísteme con tu poderosa intercesión;
consígueme de tu Divino Hijo, nuestro Señor,
todas las bendiciones particulares que necesito,
a fin de que habiendo conseguido aquí en la tierra
la ayuda de tu poder celestial,
pueda ofrecer mi gratitud y homenaje al padre más amoroso. Amén
Promesas
San José protege a sus devotos de las tentaciones y del mal. San José, como carpintero, es patrono de los trabajadores y se le puede pedir ayuda para encontrar un trabajo digno. Se le puede pedir a San José por cualquier necesidad, especialmente por aquellas relacionadas con la familia, el trabajo o la salud.
Origen
La devoción de los Siete Domingos en honor a San José se remonta al siglo XVI. La Virgen María se le apareció a una religiosa franciscana llamada Santa Teresa de Ávila y le pidió que se difundiera esta devoción.
El cuarto Domingo en honor a San José – Un encuentro de Fe y Protección
Dentro de la práctica de los Siete Domingos en honor a San José, este día representa una oportunidad única para honrar al santo patrono de la Iglesia Universal y experimentar su poderosa intercesión.
El Cuarto Domingo en honor a San José adquiere un significado especial dentro de las promesas devoción 7 domingos San José. Es un tiempo para renovar nuestra conexión con San José, el humilde carpintero que fue elegido por Dios para ser el padre adoptivo de Jesús y el guardián de la Sagrada Familia. Al honrar a San José en este Cuarto Domingo de oración a San José, nos sumergimos en su ejemplo de obediencia, humildad y amor, y buscamos su intercesión para encontrar protección y guía en nuestras vidas.
San José es venerado como un padre espiritual y protector. Su papel como custodio de la Sagrada Familia le otorga un poder especial para cuidar y guiar a aquellos que lo invocan con fe. En el Cuarto Domingo en honor a San José, nos acercamos a él con confianza y le confiamos nuestras necesidades y preocupaciones. Buscamos su protección en los desafíos de la vida, en la crianza de nuestros hijos, en los asuntos familiares y en todas las situaciones en las que necesitamos un refugio seguro para nuestro espíritu.
El Cuarto Domingo en honor a San José es un momento sagrado para encontrarse con la fe y la protección paternal de San José. En este día, nos sumergimos en su ejemplo de humildad y obediencia, buscamos su intercesión poderosa y renovamos nuestra fe en Dios de promesas y bendiciones de San José. A medida que avanzamos en nuestra devoción en el Cuarto Domingo en honor a San José, encontramos consuelo y fortaleza en su cuidado paternal y experimentamos la gracia transformadora de su intercesión.