San José es nuestro protector y custodio de la Iglesia y de todos los creyentes. Su intercesión puede brindarnos seguridad y protección en momentos de peligro o dificultad.
Nuestro patriarca San José es el modelo perfecto de padre y esposo. Con este poderoso cuarto día de la Novena a San José fortalecemos los lazos familiares, promovemos la unidad y brindamos apoyo a los padres en su rol de educadores y guías espirituales con la intercersión de nuestro amado San Jose.
Oración
Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos Señor Dios Nuestro,
en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Pedimos perdón al Señor por nuestras faltas, y la intercesión de San José para alcanzar las gracias solicitadas.
Padre bueno, que me das la vida y deseas nuestra salvación,
vengo a tus pies, cansado del camino, apenado por mis pecados,
y necesitado de tu auxilio. Reconozco haber faltado contra tu amor
y el amor a los hombres. Te pido por la intercesión de San José,
del amor de nuestra Madre la Virgen María y de tu Hijo Jesús, mi Salvador, que perdones mis pecados,
y me guíes para vivir en tu amistad. Amén.
Oración Inicial para todos los días
San José, tu poder sabe hacer posibles las cosas imposibles,
ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad.
Toma bajo tu protección las situaciones tan graves y difíciles que te confío,
para que tengan una buena solución. (Se hace la Petición)
Mi amado Padre, toda mi confianza está puesta en ti.
Que no se diga que te haya invocado en vano y,
como puedes hacer todo con Jesús y María,
muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén
Cuarto día: La Presentación en el Templo
Cuando llegó el día que de acuerdo a la Ley de Moises debían cumplir el rito de la purificación de su madre, llevaron al niño a Jerusalén allí lo consagraron al Señor tal como está escrito en la Ley. Luego, volvieron a Galilea y el niño crecía, se desarrollaba y estaba lleno de sabiduría y la gracia de Dios estaba con el. Lucas Capítulo 2. Versículos 22, 39 y 40.
Comentarios
Llevamos a Jesús al templo para dar a gracias a Dios por la bendición de tener un hijo para consagrarlo a el. De la misma gracia y sabiduría de Jesús sacamos fuerzas para la tarea de cuidarlo, educarlo, alimentarlo. No olvides ver a tu alrededor las bendiciones que recibes a diario del Señor. Agradécele por ellas, así se será siempre abierto a recibir toda su gracia y sabiduría para llevar a cabo tus trabajos.
Promesas
San José hizo tres promesas a aquellos que rezan su Novena:
- Les concederá todo lo que le pidan con fe y confianza.
- Los protegerá de todo peligro, tanto físico como espiritual.
- Les ayudará a alcanzar una muerte santa y feliz.
Origen
La Novena a San José se originó en la época medieval, pero no se sabe con exactitud cuándo comenzó a rezarse. Se cree que pudo haber sido desarrollada por los Carmelitas o por los Franciscanos. La devoción a San José creció mucho en el siglo XVI, gracias a la reforma católica, y la Novena se popularizó aún más en esa época.
Cuarto Día de la Novena a San José: Un llamado a la protección y fortaleza familiar
La devoción a San José día 4 ha sido una parte integral de la tradición católica durante siglos. A través de la Novena a San José, los fieles buscan su intercesión y experimentan una profunda conexión con este santo patrón de la Iglesia y modelo de virtudes. En el Cuarto Día de la Novena, se revelan promesas y beneficios específicos asociados a esta devoción, destacando la importancia de la protección y fortaleza familiar.
San José es reconocido como el custodio de la Iglesia y de todos los creyentes. En la novena a San José día 4, se enfatiza su capacidad de brindar protección en momentos de peligro o dificultad. Aquellos que buscan su intercesión confiados en su poderoso patrocinio para salvar sus vidas y sus seres queridos de los peligros físicos y espirituales que puedan enfrentar.