El cuarto domingo de Adviento marca el final de este tiempo de preparación y la víspera de la Navidad. En este día, encendemos la cuarta y última vela de la Corona de Adviento, la cual es de color blanco.
Esta última vela de la Corona de Adviento simboliza la paz que trae consigo el nacimiento de Jesús, el Príncipe de la Paz. a Corona de Adviento nos recuerda que la Navidad es un tiempo de esperanza y alegría, y que la luz de Cristo siempre vencerá la oscuridad.
Oración
Se encienden las 3 primeras velas.
Unidos a la Virgen María
quien experimentó más cerca la alegría de la venida de su Hijo Jesús,
Nuestro Salvador demos gracias al Señor por el don de su amor.
Se enciende la siguiente vela morada.
Oremos
Señor, despierta en nosotros el deseo de prepararnos
para la venida de Cristo con la práctica de las obras de misericordia
para que puestos a su derecha el día del juicio
podamos entrar al reino de los cielos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Escuchemos con atención la palabra de Dios buscando la forma de responder a su mensaje con amor.
Lectura del Evangelio de San Lucas 1, 26 – 31
Al cabo de seis meses, Dios envió al Ángel San Gabriel dónde una joven Virgen que vivía en una ciudad de Galilea llamada Nazaret y que era prometida de José de la familia de David y el nombre de la Virgen era María. Entró el Ángel a su casa y le dijo: ¡Alégrate, tú la amada y favorecida! El Señor está contigo. Estas palabras la impresionaron muchísimo y se preguntaba qué querría decir ese saludo, pero el Ángel le dijo: ¡no temas, María! porque has encontrado el favor de Dios vas a quedar embarazada y darás a luz un Hijo al que pondrás el nombre de Jesús.
Hermanos, quizá no hemos logrado todo lo que nos hemos propuesto, pero confiados en el amor misericordioso del Señor, ofrezcamos humildemente nuestro compromiso de esta semana que nos abre las puertas para encontrarnos con Jesús, Nuestro Salvador.
Con amor realicemos las últimas actividades para la semana de la corona de Adviento como lo indicamos a continuación:
Actividades para la semana
Ponerse al servicio de los demás y para ello, tratar de hacer algún favor; visitar a algún enfermo o alguna persona sola tratar de compartir tu alegría y tu tiempo con los demás.
Sugerencia para tu vida espiritual
Pedir a Dios en tu corazón por aquellos que no podrán festejar la Navidad a causa de la guerra, del hambre, de la injusticia y de la falta de libertad, también pedimos por los que no conocen el amor de Dios.
Oración
Derrama, Señor, tu gracia sobre todos nosotros
que hemos conocido por el anuncio del Ángel la Encarnación
de tu Hijo para que lleguemos por su Pasión y Cruz
a la gloria de la Resurrección por Cristo Nuestro Señor. Amén
¡Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros y seremos salvos!
Promesas
Las cuatro velas representan las cuatro semanas de Adviento y simbolizan la luz que va venciendo la oscuridad, a la espera de la llegada de Jesús. El color verde representa la esperanza y la vida que trae consigo la Navidad. Las cintas o lazos Simbolizan el amor de Dios que nos envuelve. Las frutas y frutos secos: Representan las bendiciones y los frutos espirituales que esperamos recibir durante la Navidad.
Origen
La tradición de la Corona de Adviento se remonta a la Alemania del siglo XVI. Se utilizaba como un calendario de Adviento para ayudar a las familias a contar los días hasta la Navidad. Originalmente, la corona se elaboraba con ramas de pino y se adornaba con 24 velas, una por cada día de Adviento.
El Último destello de esperanza en la Corona de Adviento – Cuarto domingo de Adviento
En el último domingo de Adviento, mientras el mundo se prepara para celebrar la Navidad, la Corona de Adviento brilla con su último destello de esperanza. En este día, encendemos la 4ta vela de adviento, la cual el color de vela se enciende es blanco. Esta vela simboliza la paz que trae consigo el nacimiento de Jesús, el Príncipe de la Paz. También se le conoce como la «vela de los ángeles», ya que nos recuerda el anuncio del nacimiento de Jesús a los pastores por parte de un ángel.
En este último día de adviento, la luz brilla con una intensidad especial. A medida que encendemos la última vela, sentimos cómo la esperanza se eleva y la promesa de la Navidad se acerca cada vez más. La corona, con sus cuatro velas ahora iluminadas, nos recuerda que la oscuridad no puede prevalecer cuando la luz de Cristo está presente. Es un momento para regocijarnos y permitir que la luz penetre en lo más profundo de nuestros corazones.
El cuarto domingo de la Corona de Adviento está lleno de expectativa y anticipación. Durante las tres semanas anteriores, hemos estado preparándonos, reflexionando y encontrando esperanza en la luz que se acerca. Ahora, en este último domingo, nuestras expectativas alcanzan su punto máximo. Sentimos en nuestro interior la promesa de un nuevo comienzo, de un renacimiento espiritual y de la llegada del Salvador. Es un momento para abrir nuestros corazones y permitir que la esperanza llene cada rincón de nuestras vidas.