Desde los nueve años, Monica, surafricana, que tiene ahora 34, sufrió abusos, bullying, el divorcio de sus padres y otros sucesos traumáticos que le llevaron a sentirse «desconectada» de su sexo y comenzar la llamada «reasignación». Tras arrepentirse del «fraude» trans y completar su «detransición», ha publicado en su canal Finding truth in the chaos los motivos por los que el fenómeno trans está atrayendo a tantos jóvenes y advierte a los padres de que «se puede prevenir«.
1º La unidad familiar, imprescindible
En uno de sus vídeos, esta joven detrans explica que el divorcio de sus padres cuando era estudiante universitaria fue más de lo que podía aguantar y una de las razones que motivó su disforia de género.
Pronto supo que el divorcio influye de manera semejante en otras personas con disforia y se muestra convencida de que esta es una de las principales razones desencadenantes.
«La familia es muy importante para una sociedad sana, y si la familia no funciona, la sociedad no funciona. Las familias rotas son la principal razón por la que las personas realizan la transición de género en nuestros días», afirma.
Convencida de que «el feminismo ha arruinado a la familia«, menciona que las mujeres, hombres y niños ya no conocen su lugar en el mundo y que «hay algo tóxico en la `igualdad´ [de género] a la que la gente aspira en nuestros días».
«La harina no puede hacer lo que hace la tierra y la tierra no puede hacer lo que hace la harina. Eso no significa que una discrimine a la otra y que la tierra sea `harinófoba´, ambas son igualmente importantes, pero si ambas fueran iguales, no serían ni tierra ni harina».
2º Vigilar la vergüenza y el odio hacia uno mismo
La joven alerta también a los padres sobre repentinos cambios de peso en sus hijos como un indicador de que podrían sentir una vergüenza por su propio cuerpo que motive su deseo de «cambiar» de género. Algo que «se puede prevenir por completo».
«Ningún niño se despierta un día y siente vergüenza u odio por su propio cuerpo, tiene que ocurrir algo para que se den estos sentimientos, podría ser algo banal como tener vergüenza a ir a baños públicos o algo más grave como abusos físicos o sexuales que hagan que tengas miedo de tu cuerpo o que te hagan creer que estás en el cuerpo equivocado», explica.
Consciente de que en muchas ocasiones los padres no perciben estos cambios, les recomienda estar «atentos a esta señal, porque en un niño no es normal«, especialmente si lidian con otros problemas emocionales, como fue su caso: «Empecé a subir mucho de peso cuando tenía nueve años y no es casualidad que durante esa edad viví varias experiencias traumáticas con las que no pude lidiar y me llevaron a la disforia de género».
3º Que los hijos perciban el hogar como un espacio seguro
Para esta joven, la falta de expresión y control sobre las emociones de los hijos es una amenaza que debe ser gestionada en el propio hogar.
«Un niño va a la escuela y les dicen como ser, como comportarse, hablan cuando se lo permiten y lo hacen todo cuando y como se lo dicen. Por eso, para un niño es frustrante que no tengan tiempo para ser ellos mismos. Si no pueden serlo en casa, buscarán un lugar donde si puedan y el movimiento trans es un lugar idóneo para expresarse», advierte.
Por ello, también menciona la importancia para los niños de que sus padres «reserven un tiempo en el que poder dedicarse a ellos por entero, en que puedan ser ellos mismos y aprendan de donde vienen. ¿Cómo van a poder hacerlo si no se lo enseñas en casa?», plantea.
En este sentido, menciona de que otra de las principales razones por las que los niños y jóvenes llevan a cabo la «transición» o acuden a entornos trans es porque » no tienen un espacio en el que expresarse, así que aseguraos de que vuestros hijos sepan que pueden ser ellos mismos y expresarse, porque si no ven el hogar como ese espacio, lo buscarán fuera».