Alberto Rojas, el obispo de la diócesis californiana de San Bernardino, que nació en México y llegó a Estados Unidos con unos 28 años, ha decretado que los migrantes católicos que teman ser afectados por redadas del Servicio de Inmigración de Estados Unidos quedan dispensados de su obligación de asistir a misa dominical (pueden cumplir el precepto dominical rezando en su casa, leyendo la Biblia, con otros encuentros, siguiendo la misa en televisión, etc, como sucede con enfermos e impedidos). Pide a las parroquias que apoyen a los fieles en estas prácticas de fe alternativas.
Autor: Pablo J. Ginés
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