Por Michael Pakaluk
Los católicos que viajan entre Estados Unidos y Europa afirman que existe una diferencia notable entre las culturas católicas de ambos lugares. Estos testimonios son anecdóticos, por supuesto. Pero esto es lo que veo y escucho: que del lado estadounidense, los católicos practicantes parecen más jóvenes y más esperanzados; su cultura es más vigorosa; es más franca; tiene una presencia pública más audaz. Mira hacia las próximas generaciones. Está construyendo el futuro. En resumen, es más apostólica y evangelizadora.
Si esto es cierto —me han preguntado algunos amigos europeos—, ¿cómo lo explicaría yo, como estadounidense?
Respondí que hay fibras profundas en el carácter estadounidense que hacen que los norteamericanos estén especialmente bien preparados para vivir la fe en el mundo contemporáneo, en el verdadero espíritu del Concilio…
Autor: The Catholic Thing
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