Un día cualquiera en el Perú de 1984, Nicolás, un niño de 10 años vio pasar a la Virgen de Fátima por las calles de su ciudad natal, Trujillo. El joven quedó admirado por la belleza de la imagen peregrina, que comenzó a cobrar relevancia en diversos puntos del país. Ocho años después, pasó por la céntrica iglesia de San Francisco, abarrotada por cientos de personas. Intrigado, preguntó qué congregaba a tantos fieles y supo que María estaba de nuevo en su ciudad. En aquel momento decidió dedicar su vida por completo a llevar la Virgen a los hogares y familias de todo el país.
En 1984, la Virgen Peregrina de Fátima comenzó su andadura en Perú y parece no tener fin. Desde entonces, ha visitado a más de 30.000 familias y 110.000 personas en cerca de 200 pueblos y ciudades de la costa, sierra y selva del Perú, habiendo participado en las visitas y recibido gracias y favores más de…
Autor: José María Carrera
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