El P. José Mª Solé Romá fue religioso y sacerdote claretiano, ilustre y virtuoso hasta el heroismo. Fidelísimo a la Iglesia y al P. Claret, su fundador. El P. Solé amó al Papa como pocos lo han amado. El 10 de mayo de 1992 sufrió un atentado en Barcelona. Una bala le quemó un nervio del cuello. Tres días después el Papa Juan Pablo II sufrió el famoso atentado que estuvo a punto de costarle la vida. Esto conmovió al P. Solé, que ofreció por amor al Papa el dolor causado por su nervio roto. Este padecimiento fue muy grande, insoportable, continuo, día y noche. Fue un martirio que duró casi once años, hasta su muerte en 1992. Estaba contento de llevar esta gran cruz para ayudar al Papa. Por esto mismo, no quería que le quitaran este sufrimiento.
Les ofrecemos la entrevista sobre el libro de su biografía, un ameno diálogo con el P. José María Montiu de Nuix,…
Autor: Javier Navascués
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