A mediados del siglo XX, en la recién instaurada China comunista, se hizo famoso el relato del arresto de un sacerdote y la posterior profanación por los revolucionarios de las 32 formas consagradas, que esparcieron por el suelo. Escondida en la iglesia, una niña lo observó y decidió acudir cada noche a escondidas e inclinar su lengua para recibir a Jesús en comunión seguido de una hora de adoración, lo que repetiría hasta que no quedasen más hostias profanadas. Pero la última noche, tras culminar su desagravio, fue descubierta y brutalmente asesinada por uno de los guardias.
Aquel episodio de reparación y martirio sería años más tarde recordado por el obispo Fulton Sheen, mencionando a la pequeña como su principal inspiración a la hora de pronunciar uno de sus votos más conocidos, extensible hasta la muerte: cada día de su vida pasaría al menos una hora de…
Autor: ReL
Continuar leyendo en: www.religionenlibertad.com
La Nueva Era, una secta de cuidado
El reiki y la Nueva Era (New Age), se han extendido cada vez más por la sociedad buscando el bienestar físico y mental que producen. Conoce todos los detalles y…
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…
Comulgar en la boca en época de pandemia
Te queremos compartir este artículo del Padre Ángel María Rojas, S.J. escrito en agosto del 2020, donde nos explica cómo comulgar en la boca, sobre todo, en estos tiempos de…