No hay anhelo más humano que el de abandonar este cuerpo que la naturaleza nos asignó, cambiándolo por otro más hermoso o idóneo. Este anhelo nace de nuestra nostalgia de divinidad, pues –aunque nuestra razón se resista a aceptarlo, o incluso lo niegue furiosamente– nuestra alma sabe (al modo de una ‘memoria genética’) que nos aguarda una existencia eterna y ‘transhumanada’, una metamorfosis misteriosa que nos hará resplandecientes e inmortales, sin renunciar a nuestros cuerpos.
Esta vocación plenamente humana, alimentada de promesas divinas, encontró su parodia en aquella otra promesa que la antigua serpiente hizo a Eva en el Edén: «Seréis como dioses». Es decir, podréis rebelaros contra el acto creador de Dios, rechazar los beneficios de la Redención y anticipar el disfrute de una naturaleza gloriosa. Todas las triquiñuelas de la antigua serpiente se resumen,…
Autor: Juan Manuel de Prada

Continuar leyendo en: www.religionenlibertad.com
Ex ateos que comprobaron que Dios, tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros
Muchas veces Dios espera y actúa sobre nosotros a través de terceras personas o sucesos que pueden parecer muy sencillos y no llaman nuestra atención. Y en realidad, su plan…
No celebres Halloween, sino quieres rendir a Satán sin saberlo.
Holywins, es la alternativa al culto a los demonios que celebramos cada primero de noviembre Tal vez muchos de nosotros hemos celebrado Halloween cuando éramos niños, porque nos parecía divertido…
¿Cómo rezar cuándo nos abruma las preocupaciones?
Las emociones que acompañan a las crisis son a menudo descritas como una sensación similar a olas gigantes rompiendo tú alrededor. Por eso, en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola proporcionaba el…