Ante la pregunta de los discípulos a Jesús sobre quién era el mayor en el reino de los cielos, nos enseña Mateo en el capítulo 18 versículo 6 que «cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno y que se le hundiese en lo profundo del mar.»
En consonancia con los tiempos que corren, no parece fácil encontrar suficientes piedras de molino para tanto falso «benefactor» o «protector» que, con sibilinos engaños y vanas promesas, es capaz de destruir y aprovecharse de la inocencia de los niños. Por desgracia, es lo que hay en este despiadado y derrumbado mundo no exento de subversivas leyes que irremisiblemente nos conducen al mismo abismo en el que los gestores del Mal campan a sus anchas refugiados en la oscuridad de perversos actos.
Las estadísticas no engañan y el…
Autor: Emilio Domínguez Díaz

Continuar leyendo en: www.religionenlibertad.com
Comulgar en la boca en época de pandemia
Te queremos compartir este artículo del Padre Ángel María Rojas, S.J. escrito en agosto del 2020, donde nos explica cómo comulgar en la boca, sobre todo, en estos tiempos de…
Hábitos del Padre Pío que todos los católicos podemos practicar
San Pío de Pietrelcina, más conocido como el Padre Pío, nos deja unos cuantos hábitos espirituales que necesitamos conocer para tener una vida más cercana a Dios. Continúa leyendo este…
¿Cómo rezar cuándo nos abruma las preocupaciones?
Las emociones que acompañan a las crisis son a menudo descritas como una sensación similar a olas gigantes rompiendo tú alrededor. Por eso, en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola proporcionaba el…



















