Los que somos un poco mayores recordamos que en tiempos reinaba el silencio en domingo en el centro de la ciudad, y en los centros comerciales los aparcamientos estaban vacíos. La mayor parte de los negocios cerraban y poca gente tenía que trabajar en domingo. Sin duda había excepciones, como el personal médico, los servicios de emergencia y quienes realizaban labores esenciales en las plantas eléctricas. Pero para la mayoría, el domingo era un día libre. Y aunque el Sabbath bíblico era en sábado, en una nación ampliamente cristiana el domingo era el «sabbath«, día de descanso.
En aquellos tiempos, la misa era por la mañana, y luego era el momento del hogar, con una comida familiar a mediodía. Recuerdo que en los años 60, después de la misa, nuestra familia volvía a casa, los niños nos quitábamos «la ropa de ir a la iglesia» y jugábamos: en el jardín en los meses…
Autor: Charles Pope

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