Hoy salía en una entrevista concedida por Francisco el siguiente titular: «No bendigo un ‘matrimonio homosexual’, bendigo a dos personas que se aman». Y quería comentarlo, desde el total respeto.
Quizás alguno me dirá que la frase está muy bien, que el argumento del amor es innegable, ¡si se quieren!
Os quiero contar por qué esto es tan doloroso y tan delicado. Lo hago desde mi afecto al Papa.
¿Qué pasaría si un hombre que ha abandonado a su mujer y a sus hijos para irse con otra me pide que les bendiga? ¿Se podría decir que no bendigo un nuevo matrimonio sino a dos personas que se aman?
¿Qué pasaría si cuatro jóvenes viven una relación poliamorosa y me piden que les bendiga? ¿Se podría decir que no bendigo un matrimonio polígamo sino a cuatro personas que se aman?
¿Qué pasaría si un hombre de sesenta años y una chica de dieciséis me piden que les…
Autor: Patxi Bronchalo
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