Hace unos años, cuando se comenzó a hablar de “sinodalidad” como el gran camino para el futuro de la Iglesia, algunos ingenuos creyeron que se trataba de escuchar, dialogar y caminar juntos. “Qué bonito suena”, pensaron. “Seguro que será una Iglesia más cercana, menos burocrática y más abierta a las realidades locales”. Pero, como siempre, la realidad supera al marketing.
Lo que no sabían estos románticos de la fe es que sinodalidad significa, en lenguaje práctico, que un señor en Roma con un papelito decide cómo, cuándo y dónde se celebra una Misa tradicional en un pequeño pueblo de Texas. ¿Sinodalidad? Claro, siempre y cuando la «sinodalidad» sea gestionada desde un escritorio a 12.000 kilómetros de distancia, con una precisión quirúrgica digna del mejor burócrata. ¿La comunidad local? ¿El sentir de los fieles? Detalles insignificantes. Roma sabe…
Autor: Jaime Gurpegui
Ex ateos que comprobaron que Dios, tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros
Muchas veces Dios espera y actúa sobre nosotros a través de terceras personas o sucesos que pueden parecer muy sencillos y no llaman nuestra atención. Y en realidad, su plan…
Informe anual Planned Parenthood USA 2020, indica que asesinó a 383.000 bebés en abortos
Lo llamemos como lo llamemos es un asesinato, un asesinato del que luego se aprovecha todo, sangre, vísceras etc. para diversas industrias. No, nos podemos quejar los humanos del siglo…
Cómo afirmar la veracidad de los evangelios
Hay una técnica muy utilizada por los detectives para encontrar información que les ayude a armar el cuadro completo de una escena, es el Soporte Involuntario entre Testigos. Esta técnica…



















