Autor: Juan Manuel de Prada
La revocación de la sentencia Roe vs. Wade decretada por el Tribunal Supremo de Estados Unidos no prohíbe el aborto, sino que otorga a cada estado la potestad regularlo dentro de su territorio. Será, pues, la ‘voluntad popular’ la que disponga en cada estado si los niños pueden o no ser asesinados en el vientre de sus madres. La revocación ha sido acogida con alborozo en ambientes conservadores (con el inefable catolicismo ‘pompier’ a la cabeza), que olvidan que una justicia que no se funda en juicios objetivos sobre la naturaleza del aborto ni en la defensa del bien común, sino que confía a mayorías coyunturales la determinación del bien y del mal, no puede dar frutos buenos. Por el contrario, al proclamar que la vida humana es disponible a través del sufragio, ataca más fuertemente el fundamento sobre el que se sostiene su defensa. Aceptar que la decisión de una mayoría puede…