Autor: redaccioninfovaticana
(La Nuova Bussola/Tommaso Scandroglio)- El Sr. Adán Fiel llevaba un tiempo sufriendo dolores en el pecho. Preocupado, y siguiendo el consejo de su médico de cabecera, realizó algunas pruebas. Con los resultados de estas pruebas en la mano, pidió cita para ver a una lumbrera de la cardiología, el Dr. Juanprimo Pastor. Pastor recibió calurosamente al Sr. Fiel, le invitó a sentarse y luego leyó cuidadosamente los resultados de las pruebas.
El Sr. Fiel preguntó entonces con cierta inquietud: “Bueno, doctor, ¿qué me pasa? Confieso que intenté leer esos documentos, pero no entendí nada”. “No tienes que preocuparte por nada, querido”, respondió el afamado médico, y el señor Fiel respiró aliviado. “Verá -continuó Pastor-, aquí se evidencia, con la habitual rigidez de los técnicos de laboratorio que ciertamente no saben lo que es la vida real, un importante…