En las lecturas del Evangelio de este domingo Jesús habla de la semilla de mostaza, que siendo pequeña luego da origen a una gran planta, y otras semillas, que en lo oculto, bajo tierra, con tiempo y paciencia, luego dan grandes frutos.
Así sucede con el trabajo para el Reino de Dios: requiere la iniciativa de sembrar, pero luego requiere también paciencia y confianza en Dios.
En sus palabras previas al rezo del Ángelus dominical, desde el balcón del Palacio Apostólico, el Pontífice destacó que “varias veces Jesús usa esta similitud [la semilla y la siembra] y hoy lo hace invitándonos a reflexionar en particular sobre una actitud importante: la espera confiada”.
“En la siembra, por buena y abundante que sea la simiente que esparce el agricultor y por bien que prepare la tierra, las plantas no brotan inmediatamente: ¡hace falta tiempo! Hace falta paciencia”,…
Autor: ReL
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