Autor: Pablo J. Ginés
James Bors entró en el seminario de Baltimore (EEUU) en 2015, con 53 años. Miró a su alrededor, a sus compañeros seminaristas, que tenían la misma edad que sus hijos veinteañeros. ¿Se adaptaría a la vida del seminario, él, que había tenido trabajos tan peculiares y había viajado tanto?
Pronto se dio cuenta de que en realidad le encantaba y se sentía agradecido: él llevaba años haciendo malabarismos para conjugar su vida profesional, familiar, personal y evangelizadora, y ahora podía centrarse sólo en estudiar y rezar. Su horario estricto lo vivió como un orden liberador. Es ordenado sacerdote en Baltimore este mes de junio de 2022.
Bors ha vivido muchas cosas especiales que no han vivido otros sacerdotes; algunas hermosas, como tener hijos y verlos crecer; otras tristes, como sufrir en 2010 el suicidio de su esposa, a la que quería y aún quiere. No hay muchos sacerdotes que puedan…