Año 1100. Algo más de la mitad de la península se encuentra aún bajo dominio del imperio almorávide, mientras el rey Pedro I de Aragón infringe duras derrotas a los andalusíes. Con las últimas victorias y plazas tomadas de Bairén y Alcoraz, Barbastro o Sariñena, era prácticamente cuestión de tiempo que cayese también Zaragoza, como sucedería en 1118. En ese contexto, una aparición mariana solo podía interpretarse en sentido favorable. Y es lo que sucedió en 1101, en el hoy icónico santuario de El Pueyo.
Hoy, y desde 2009, el antiguo santuario de benedictinos y claretianos está regido por el Instituto del Verbo Encarnado y conforma un amplio conjunto de hospedería, claustro y templo. Pero no siempre fue así.
Sus orígenes son mucho más humildes. Las primeras noticias al respecto son precisamente del año 1100 y especialmente 1101. Un pastor, Balandrán,…
Autor: José María Carrera
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