Para quien no lo conozca, San Maximiliano fue un sacerdote polaco, incansable misionero y fundador de la «Milicia de la Inmaculada», cuya finalidad era la conversión de los pecadores y herejes, principalmente los masones.
«Por amor a los malvados persigamos con toda la energía posible todas sus perversas iniciativas; guiemos estos corazones a la Inmaculada con la oración y el sacrificio; sometamos sus almas a Ella, pagando nosotros en persona, y nos lo agradecerán infinitamente ya en esta tierra» -escribía.
A partir del índice analítico, pude extractar algunas páginas en las que habla específicamente del judaísmo y la masonería (no olvidemos este santo murió mártir de la caridad al ofrecerse morir en un campo de prisioneros en lugar de un padre de familia judío que nunca se convirtió después).
Si alguno desea, esos extractos (para uso privado) están…
Autor: Javier Olivera Ravasi
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