Era un adolescente con todos los dones. Los ecos de los elogios del mundo llegaban constantes a sus oídos. Pero Dios lo quería para sí.
Redacción (27/02/2024, Gaudium Press) Era el 22 de agosto de 1856, octava de la Asunción de la Virgen.
Un cuadro de la Madre de Dios, conocido como la Madonna del Duomo (Virgen de la Catedral) o la Sacra Icona (Sagrada Imagen), era retirado de su relicario para ser llevado por las calles, en procesión.
Entre la multitud de los fieles, había un joven de porte distinguido y jovial. Cuando el chico ve la imagen, oye la voz en su interior: “Francisco, ¿qué estás haciendo en el mundo? Tú no estás hecho para el mundo. Sigue tu vocación”. Eso lo decidió, fue el estopín de una carrera que terminó en el cielo, de uno de los grandes santos del siglo XIX: San Gabriel de la Virgen Dolorosa, conocido como “el santo de los jóvenes, de los…
Autor: Saúl Castiblanco
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