En medio de la decadencia irrefrenable del imperio romano, en Benito nace la primera civilización auténticamente católica.
Redacción (11/07/2024, Gaudium Press) El orgulloso y otrora invicto Imperio Romano se desmoronaba bajo los golpes devastadores de las hordas bárbaras. Ejércitos y murallas, instituciones y costumbres, todo era barrido por la marea montante de los nuevos dominadores.
Sin embargo, una estrella relucía en la oscuridad: en la ciudad de Hipona, cercada por los vándalos, san Agustín escribía De civitate Dei (“La Ciudad de Dios”), proclamando el naufragio irremediable del mundo nacido del paganismo, mientras la Ciudad de Dios –la Santa Iglesia Católica– no sólo jamás sería destruida, sino que triunfaría siempre por sobre cualquier adversidad.
Pero, ¿qué medios y qué hombres emplearía Dios para que del caos emergiera el orden y el esplendor?
Autor: Saul Castilblanco Mosos
Consejos para una llevar una vida Cristiana
Llevar una vida Cristiana que agrade a Nuestro Creador y a Nuestra Madre, no es difícil, y menos aburrida, como muchos pueden creer. Sin embargo, necesita dedicación. No basta con…
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…
Comulgar en la boca en época de pandemia
Te queremos compartir este artículo del Padre Ángel María Rojas, S.J. escrito en agosto del 2020, donde nos explica cómo comulgar en la boca, sobre todo, en estos tiempos de…