El ideal del hombre del Renacimiento era tener una salud de hierro, un cuerpo espléndido. Pero la noción de santidad iba desapareciendo.
Redacción (04/06/2024, Gaudium Press) La concepción naturalista de la vida que poseía el hombre del Renacimiento no se restringía al espíritu. También físicamente él juzgaba que debería ser perfecto. Su ideal era tener una salud de hierro, un cuerpo espléndido, ser un gran cazador, matar jabalíes como quien mata hormigas, saltar de su caballo, encontrarse con una dama, hacer una reverencia y cantar un madrigal.
Después de un festín abundante, ir a danzar como si no hubiera comido nada. Y por la noche, dormir tranquilo. Éste es el tipo clásico de hombre del Renacimiento.
Casi todos los monarcas de Francia de aquella época eran grandes cazadores, excelentes guerreros, espléndidos bailarines, excelentes conocedores de…
Autor: Saúl Castiblanco
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