El pasado 20 de mayo, reunido el Papa con más de 200 obispos de la Conferencia Episcopal Italiana en un encuentro a puerta cerrada de 90 minutos, y hablando de forma improvisada sobre la situación de los seminarios, algún obispo preguntó por la recepción de seminaristas homosexuales, y el Papa, remitiéndose a la normativa actual (de 2005, de Benedicto XVI, y reforzada por Francisco en 2016), pidió evitar tales candidatos.
Y añadió: «Hay demasiada frociaggine [mariconería o mariconeo] en los seminarios».
La palabra ‘frociaggine’ en italiano no sólo es informal sino grosera y ofensiva, y entre los obispos fue recibida con murmullos y algunas risas, constatando que el Pontífice no entendía los matices del término. Muchos han señalado que su lengua nativa es el español, y que el dialecto piamontés que se hablaba en su casa en su infancia es bastante diferente al…
Autor: Pablo J. Ginés
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