Autor: Miguel Aranguren
La Historia no es unidireccional, como no lo es el presente. Depende de quien la escriba, porque nadie puede despojarse de la subjetividad ni dar por buena la exclusiva parcialidad del dato (una fecha, una cantidad), que siempre debe ir acompañado por la narrativa de los hechos. Ante las limitaciones obvias de nuestros juicios, me intriga pensar en el Juicio Final, cuando por fin veremos las cosas tal y como han sido, y entenderemos la razón de los comportamientos (buenos, inicuos y perversos) de los hombres, así como la consecuencia de nuestros actos. Comportamientos y actos dependen de numerosas variables que, a su vez, están ligadas a otras variables que saltan hacia atrás, de generación en generación, y que se escapan de la afilada mirada de los sabios.
No hay historiador que pueda arrogarse una versión ecuánime de los tiempos pretéritos. La descripción que se haga estará…