Autor: ReL
La conversión de Suzanne Carine muestra la importancia de ser dócil a las inspiraciones de Dios, aunque puedan llegar en el peor momento y de formas misteriosas, y ser recibidas sin esperanza. Lo cuenta ella misma en L’1visible:
Quien se confía a Dios no tropezará jamás
Durante mucho tiempo solo pensaba en divertirme. Me lo pasé muy bien, sin que, la verdad, me preocupase otra cosa que no fuese mi pequeña persona. Pero bueno, así es como yo vivía antes, sin el menor temor de Dios. Además, ¡yo ni siquiera sabía quién era Dios! Sí, me habían bautizado al nacer, pero ese bautismo recibido cuando era muy pequeña no tenía importancia alguna a mis ojos. No podía comprender lo que era. Al levantarme por las mañanas rezaba un Padrenuestro y un Avemaría, de forma mecánica y sin darle importancia. Ni siquiera sabía lo que significaban esas palabras.
“Ponte a rezar”
Me encontré con Dios…