, 20 Abr. 22 (ACI Prensa).-
La película documental “Vivo”, que arrasó en cines de Europa y América Latina y que llega este 25 de abril a Estados Unidos, muestra el conmovedor testimonio de un matrimonio que dijo sí a la vida de su pequeña hija, que nació con un trastorno genético.
“Vivo”, producida por Hakuna Films, distribuida por Bosco Films y dirigida por Jorge Pareja Trigo, presenta cuatro historias de conversión de personas que tuvieron un encuentro personal con Cristo durante la adoración de la Eucaristía.
La película se podrá ver solo un día, el 25 de abril, en Estados Unidos, en un sorprendente estreno den 750 salas de cine en todo el país. Las entradas se pueden adquirir en el enlace https://www.fathomevents.com/events/Alive-Who-Is-There
Entre estos testimonios se encuentran el de Antonio y Sonsoles, que ya cerca de los 50 años de edad se enteraron que esperaban su quinta hija, Luz.
En declaraciones a ACI Prensa, la pareja de esposos señaló que “la noticia de la llegada de Luz nos cogió completamente desprevenidos, no estaba para nada en nuestros planes”.
“Habíamos tenido cuatro hijos bastante seguidos, sobre todo Carmela, Antonio y Ángela que se llevan 16 meses entre ellos”.
“Luego perdí un bebe y en seguida vino Natalia”, añadió.
En todo este tiempo la familia vivió fuera de España, sin parientes cerca “que nos apoyara”.
Al volver a España tras 14 años, con sus hijos ya crecidos, “lo que teníamos ganas era de disfrutar la vuelta, viajar y hacer un poco nuestra vida. Pero Dios tenía otros planes y se rió de los nuestros”, señalaron.
El matrimonio español indicó que al enterarse del embarazo de Sonsoles, “la primera reacción fue de shock y rechazo absoluto”, mientras que “en el fondo pensábamos que era un error”.
“Yo tenía 48 años y estaba con perimenopausia, sin menstruación desde hacía seis meses”, recordó.
Sin embargo, “al ir al ginecólogo nos confirmaron que estaba embarazada de 12 semanas y fue una gran sorpresa el oír cómo latía su corazón”, dijo Sonsoles.
Al día siguiente, en una ecografía más detallada, “nos dijeron que algo venía mal, que tenía un pliegue nucal engrosado y que probablemente sería síndrome de Down, Edwards o Patou”.
“Al oírlo, por poco no nos da algo. Era de noche, pero llamamos a unos amigos que tenían una niña síndrome de Down para llorar con ellos, porque eso es lo que hicimos”, recordó.
“No costó mucho hacernos a la idea, nos venía muy grande la noticia, no nos sentíamos capaces. Pero pronto se confirmó que era una niña con síndrome de Edwards”, señaló.
“Ahí literalmente se nos paró el corazón. Tuvimos que pasar nuestro duelo, no sabíamos cómo ni qué decirle a nuestros hijos”, continuó.
Sonsoles destacó que “en medio de la desesperación pedimos que rezaran por nosotros, sin fiarnos demasiado de que valiese para algo. Y ahí comenzó el milagro, la carga se convirtió en llevadera”.
De acuerdo a MedlinePlus, servicio informativo de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el síndrome de Edwards, también conocido como Trisomía 18, “es un trastorno genético en el cual una persona tiene una tercera copia del material del cromosoma 18, en lugar de las 2 copias normales”.
“La trisomía 18 se presenta en 1 de cada 6000 nacimientos vivos. Es 3 veces más frecuente en las niñas que en los niños”, e indica que los síntomas frecuentes son la cabeza pequeña, mandíbula pequeña, forma inusual del pecho, puños cerrados y piernas cruzadas.
MedlinePlus señala que “la mitad de los bebés con esta afección no sobrevive más allá de la primera semana de vida. Nueve de cada diez niños morirán antes de cumplir 1 año de edad”.
El matrimonio indicó a ACI Prensa que “desde que empezamos a pedir oración mucha gente me llamaba y me preguntaba, entonces decidimos hacer una lista de distribución en WhatsApp; y como creció tanto, acabó siendo una cuenta en Instagram: @diariodluz”.
“El objetivo inicial era compartir lo que íbamos viviendo cada día y que así, conociendo la historia, rezaran con nosotros y nos sostuvieran”, señalaron.
“Fue increíble. Mirando hacia atrás veo clarísimamente que gracias a la oración de tantos pudimos con todo”, expresó Sonsoles.
Desde que abrieron la cuenta en Instagram y tras el estreno de “Vivo”, asegura, “muchísima gente me ha contactado de muchas partes del mundo. Madres embarazadas de lo mismo o algo parecido, algunas que dudaban si abortar o no, y no lo hicieron”.
“Algunas que sí habían abortado, pero nos agradecían mucho nuestro testimonio y sentían esperanza al conocer a Luz”, dijo.
“Alguna que decía que ojalá lo hubieran visto antes, porque desde que abortaron se sentían muertas en cuerpo y alma”, señaló.
Sonsoles recordó además que “una amiga en concreto, siendo atea, se convirtió porque le atrajo mucho el vernos con tanta paz durante el embarazo, tanto que le llevó a buscar y acabar encontrando a Dios”.
Para el matrimonio, “Dios nos había preparado el camino desde antes de que viniera Luz”.
“Siempre habíamos sido creyentes, pero un poco light. Pero como un año antes de que Luz naciera empezamos a acercarnos mucho más a Dios y en concreto a Dios en la adoración gracia a Emaús, por mi parte, y a Hakuna, ya Antonio y yo”.
“Y casualmente, al ser embarazo de riesgo nos hacían ecografía los jueves, que era el día que nos reuníamos con nuestro grupos de Hakuna a la Hora Santa”, señalaron.
“Fue providencial. Al llegar Antonio cuenta siempre que le daba el parte. Yo soy más exigente, y le iba diciendo y exigiendo que me diera fuerzas porque Él me lo había mandado y que yo confiaba en Él, pero que se encargara de ayudarnos”, dijo Sonsoles.
“E igualmente bonito fue cómo nuestro grupo vivió con nosotros cada paso con tanta intensidad como si fuera suyo. Nos unía Dios Vivo”, aseguró.