En el XXX Aniversario del restablecimiento de las relaciones entre México y la Santa Sede, el Secretario de Estado Vaticano recordó que la Iglesia Católica es una valiosa colaboradora de los Estados para la promoción de la armonía social y la búsqueda del bien común, por lo que la libertad religiosa y la debida consideración de su dimensión pública, es indispensable.