La indisolubilidad conyugal no es una pesada carga que se impone al matrimonio (el “así no trae cuenta casarse”, que pensaron los apóstoles cuando Jesús restauró la indisolubilidad primera). El matrimonio para siempre es una protección del amor eterno. Muchos lo sabrán por experiencia y otros con nostalgia, pero lo sabemos todos. La explicación más tropical y exótica la dio un danés soltero. Kierkegaard nos desentrañó con gracia y picardía el mecanismo. Cuando una mujer y un hombre están en una isla desierta para toda la vida, pueden discutir, pero seguro que harán las paces bastante rápido. La indisolubilidad es esa isla metafórica y tropical.
Esta vez vengo a usarla de analogía. También la amistad se refugia en la indisolubilidad. Cuando los amigos son viejos (por el tiempo, me refiero, no por la edad), han tenido más oportunidades de incomprensiones…
Autor: Enrique García-Máiquez
La ciencia confirma el tipo de sangre que se encuentra en hostias investigadas en milagros eucarísticos
La ciencia lo confirma: se encuentra la misma sangre tipo AB en hostias investigadas en milagros eucarísticos acaecidos en diversos
No celebres Halloween, sino quieres rendir a Satán sin saberlo.
Holywins, es la alternativa al culto a los demonios que celebramos cada primero de noviembre Tal vez muchos de nosotros hemos celebrado Halloween cuando éramos niños, porque nos parecía divertido…
El cielo es la Plenitud de la comunión con Dios
Aprendamos un poco más sobre la comunión con Dios y cómo nos ayuda a mejorar nuestra vida y, al mismo tiempo, ayuda a mejorar la vida de los demás, porque…