La magnanimidad es una hermosa virtud, que nos lleva a desear cosas grandes, a gastar nuestra vida para regalarle algo grande a este mundo. Porque ser humildes no quiere decir que escondamos nuestras capacidades o que enterremos nuestros talentos. El Espíritu Santo no se goza en nuestra destrucción ni espera que renunciemos a nuestros sueños. Al contrario, él nos lanza a la aventura de vivir cosas grandes.
Autor: Víctor Manuel Fernández
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El objetivo del Papa San Juan Pablo II de involucrar a la cultura en la Nueva Evangelización fue la construcción de una civilización del amor como fuente de libertad y…
No celebres Halloween, sino quieres rendir a Satán sin saberlo.
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Existencia de DIOS: 16 Pruebas irrefutables (e innegables)
Recopilación de 16 pruebas empíricas y científicas de la existencia de Dios. ¿Existe Dios? ¿todo ha sido creado por casualidad? La existencia de un Creador es un tema del que…